Más del 50% de los casos nuevos de Parkinson aún no se han diagnosticado, advierte SEN
Más del 50 por ciento de los nuevos casos de Parkinson aún están sin diagnosticar, según ha advertido la Sociedad Española de Neurología (SEN), que lamenta que en España haya un retraso en el diagnostico de uno a tres años.
Además, estima que en España el número de afectados se triplicará en los próximos 30 años, debido al aumento en la prevalencia en el envejecimiento. En este sentido, la sociedad científica recalca que el Parkinson es a segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia a nivel mundial, después del Alzheimer, que afecta a más de 7 millones de personas en todo el mundo y en España alrededor de 150.000 personas la padecen.
«A pesar de los avances que se han dado en este campo, el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es fundamentalmente clínico. Cuando los pacientes presentan algún tipo de alteración motora -principalmente se tiene en cuenta la presencia de temblor en reposo, rigidez muscular, inestabilidad postural y/o bradiquinesia, que es la lentitud motriz e incapacidad para realizar movimientos delicados- no sueñen producirse retrasos importantes en el diagnostico. Sin embargo, hoy sabemos que cinco, o incluso diez años antes de estos síntomas motores, los pacientes pueden presentar alteraciones no motoras relacionadas con la enfermedad, como la degeneración cognitiva, depresión, alteraciones del sueño, pérdida del olfato, trastornos gastrointestinales», ha comentado el Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, Diego Santos.
Entre los principales factores, como padecer hipertensión o diabetes tipo 2, también se han asociado a mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, su causa sigue siendo desconocida y se considera como el resultado de una combinación de factores ambientales en individuos genéticamente predispuestos, excepto en las formas hereditarias.
De hecho, se han descrito más de 20 mutaciones asociadas a la Enfermedad de Parkinson que pueden explicar hasta un 30 por ciento de las formas familiares, sobre todo en aquellos que debutan con la enfermedad por debajo de los 45 años. Sin embargo el 90 por ciento de los casos son aparentemente esporádicos, en el que no existe una relación familiar, por lo que se considera una enfermedad multifactorial, en el que están involucrados diversos factores como la neuroinflamación, el estrés oxidativo, ciertas infecciones y los genes.
«Teniendo en cuenta que un 30-40% de los pacientes con Parkinson no presentan temblor y que en un 40% de los casos la primera manifestación del Parkinson es la depresión, puede ser complicado identificarlo de forma temprana e incluso difícil de diferenciar de otros síndromes parkinsonianos en los primeros estadios de la enfermedad. En la SEN estimamos que hasta un 24% de los casos diagnosticados recientemente como enfermedad de Parkinson, tienen en realidad otro síndrome parkinsoniano. Por lo tanto, se hace necesario apostar por el desarrollo de un mayor número de consultas especializadas en trastornos del movimiento en todos los centros hospitalarios para mejorar estas cifras», ha manifestado Diego Santos.
En todo caso, puesto que la enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo progresivo, independientemente de cuales sean los primeros síntomas, los motores se terminan por hacer visibles en casi la totalidad de los pacientes: las fluctuaciones motoras se hacen presentes en hasta el 80 por ciento de los pacientes antes de los cinco años del inicio de los síntomas y, los movimientos anormales e involuntarios, antes de los siete años.
«La enfermedad de Parkinson necesita de un tratamiento multidisciplinar que sea lo más individualizado posible, porque hay que adaptarlo según el grado de discapacidad, la edad del paciente y de las complicaciones y síntomas que van surgiendo a lo largo de la evolución de la patología. En este sentido, las consultas y las unidades especializadas en trastornos del movimiento también juegan un papel crucial», ha concluido Santos.