Más del 10% de los menores de cinco años sufren desnutrición aguda por la inseguridad en Burkina Faso

UNICEF destaca que estas altas tasas suponen «un claro recordatorio del profundo coste humano de la inseguridad»

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que más del diez por ciento de los niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda en las zonas más afectadas por la inseguridad en Burkina Faso a causa de los ataques por parte de grupos yihadistas, según datos de una investigación llevada a cabo por las autoridades burkinesas con el apoyo del organismo.

Así, ha indicado que la investigación fue llevada a cabo en 25 localidades en las regiones de Boucle du Mouhoun, Centro-Norte, Norte, Sahel, Este y Centro-Este, donde unos 3,6 millones de niños y sus familias se vieron privados de atención sanitaria y nutricional durante el verano a causa de la inseguridad.

Del total, se encontraron altas tasas de desnutrición en 15 zonas, mientras que otras siete fueron clasificadas con tasas de prevalencia muy altas, por encima del umbral de emergencia del 15 por ciento, y se concluyó que uno de cada cinco niños en tres comunidades y localidades sufría desnutrición aguda.

La investigación también muestra que la situación nutricional entre las mujeres embarazadas y lactantes es también preocupante, con tasas de desnutrición aguda global que van del 2,5 al 9,9 por ciento. Así, se estima que más de 630.000 niños menores de cinco años probablemente sufrirán desnutrición aguda este año, incluidos 172.000 con la forma aguda grave.

«En muchas regiones afectadas por conflictos, estamos viendo un aumento del número de niños y niñas que se encuentran gravemente enfermos, sufren desnutrición aguda y necesitan tratamientos que les salven la vida», ha explicado el representante de UNICEF en Burkina Faso, John Agbor, quien ha subrayado que «este alto nivel de las tasas de desnutrición es un claro recordatorio del profundo coste humano de la inseguridad».

El limitado acceso a algunas localidades, la restricción de servicios en ciertos centros de salud –con el cierre de cerca de 780, según datos facilitados en agosto por el Ministerio de Sanidad burkinés– y mercados, así como la baja disponibilidad de agua, higiene e infraestructura de saneamiento son factores que contribuyen a las altas tasas de desnutrición aguda entre los niños y niñas en Burkina Faso, según ha explicado UNICEF.

Por ello, UNICEF y sus aliados apoyaron entre enero y octubre el tratamiento de unos 211.000 niños con desnutrición aguda, incluidos 98.000 casos graves. La cifra representa un aumento del 30 y del 21,4 por ciento, respectivamente, en comparación con el número de casos de los tres años anteriores.

En este contexto, el organismo ha destacado que se necesitan al menos 54 millones de dólares (unos 49,1 millones de euros) para dar ayuda nutricional en el país en 2023, si bien ha lamentado que hasta ahora se ha recibido menos de un tercio de esta cantidad, a un mes de que termine el año. Por ello, ha reclamado una mayor financiación flexible, oportuna y a más largo plazo.

«Junto al Gobierno, UNICEF y sus aliados están trabajando para garantizar que ningún niño sufra desnutrición. Seguimos llevando a cabo intervenciones vitales para prevenir la desnutrición y prestar atención a pesar de los desafíos logísticos y de seguridad», ha zanjado Agbor.

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Más del 10% de los menores de cinco años sufren desnutrición aguda por la inseguridad en Burkina Faso

UNICEF destaca que estas altas tasas suponen «un claro recordatorio del profundo coste humano de la inseguridad»

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que más del diez por ciento de los niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda en las zonas más afectadas por la inseguridad en Burkina Faso a causa de los ataques por parte de grupos yihadistas, según datos de una investigación llevada a cabo por las autoridades burkinesas con el apoyo del organismo.

Así, ha indicado que la investigación fue llevada a cabo en 25 localidades en las regiones de Boucle du Mouhoun, Centro-Norte, Norte, Sahel, Este y Centro-Este, donde unos 3,6 millones de niños y sus familias se vieron privados de atención sanitaria y nutricional durante el verano a causa de la inseguridad.

Del total, se encontraron altas tasas de desnutrición en 15 zonas, mientras que otras siete fueron clasificadas con tasas de prevalencia muy altas, por encima del umbral de emergencia del 15 por ciento, y se concluyó que uno de cada cinco niños en tres comunidades y localidades sufría desnutrición aguda.

La investigación también muestra que la situación nutricional entre las mujeres embarazadas y lactantes es también preocupante, con tasas de desnutrición aguda global que van del 2,5 al 9,9 por ciento. Así, se estima que más de 630.000 niños menores de cinco años probablemente sufrirán desnutrición aguda este año, incluidos 172.000 con la forma aguda grave.

«En muchas regiones afectadas por conflictos, estamos viendo un aumento del número de niños y niñas que se encuentran gravemente enfermos, sufren desnutrición aguda y necesitan tratamientos que les salven la vida», ha explicado el representante de UNICEF en Burkina Faso, John Agbor, quien ha subrayado que «este alto nivel de las tasas de desnutrición es un claro recordatorio del profundo coste humano de la inseguridad».

El limitado acceso a algunas localidades, la restricción de servicios en ciertos centros de salud –con el cierre de cerca de 780, según datos facilitados en agosto por el Ministerio de Sanidad burkinés– y mercados, así como la baja disponibilidad de agua, higiene e infraestructura de saneamiento son factores que contribuyen a las altas tasas de desnutrición aguda entre los niños y niñas en Burkina Faso, según ha explicado UNICEF.

Por ello, UNICEF y sus aliados apoyaron entre enero y octubre el tratamiento de unos 211.000 niños con desnutrición aguda, incluidos 98.000 casos graves. La cifra representa un aumento del 30 y del 21,4 por ciento, respectivamente, en comparación con el número de casos de los tres años anteriores.

En este contexto, el organismo ha destacado que se necesitan al menos 54 millones de dólares (unos 49,1 millones de euros) para dar ayuda nutricional en el país en 2023, si bien ha lamentado que hasta ahora se ha recibido menos de un tercio de esta cantidad, a un mes de que termine el año. Por ello, ha reclamado una mayor financiación flexible, oportuna y a más largo plazo.

«Junto al Gobierno, UNICEF y sus aliados están trabajando para garantizar que ningún niño sufra desnutrición. Seguimos llevando a cabo intervenciones vitales para prevenir la desnutrición y prestar atención a pesar de los desafíos logísticos y de seguridad», ha zanjado Agbor.

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