Más de mil millones de personas se ven forzadas a defecar al aire libre porque no tienen saneamiento básico, según OMS
Un total de 2.300 millones de personas en todo el mundo carecen de saneamiento básico, y casi la mitad de ellas se ven forzadas a defecar al aire libre, según ha advertido este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la publicación de sus primeras directrices con respecto al saneamiento y sus implicaciones para la salud.
«Sin acceso adecuado, millones de personas en todo el mundo se ven privadas de la dignidad, la seguridad y la comodidad de un inodoro decente. El saneamiento es una base fundamental para la salud humana y el desarrollo, y respalda la misión central de la OMS y los ministerios de salud en todo el mundo», apunta el director general adjunto de programas de la OMS, Soumya Swaminathan.
De acuerdo con los datos publicados por la OMS, se producen 829.000 muertes anuales por diarrea debidas a malas condiciones del agua, saneamiento e higiene. Por cada euro invertido en saneamiento, la OMS estima un retorno de casi seis veces, por los menores costes en atención, mayor productividad y menos muertes prematuras.
Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud establecen cuatro recomendaciones principales, como garantizar la instalación de inodoros seguros, realizar evaluaciones de riesgos o mayor inversión en la planificación sanitaria.
Si no se realizan estos y otros esfuerzos, la OMS asegura que no se alcanzará el objetivo de la cobertura de saneamiento universal para el año 2030, donde todas las personas del mundo tengan acceso a inodoros de forma segura. Ahora mismo, 4.500 millones de personas no tienen acceso a estos servicios básicos, como inodoros conectados a una alcantarilla o una fosa séptica.
«La transmisión de una gran cantidad de enfermedades, como el cólera, la diarrea, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis está relacionada con el agua sucia y las aguas residuales tratadas de manera inadecuada. El saneamiento deficiente también es un factor importante en la transmisión de enfermedades tropicales desatendidas, como las lombrices intestinales, la esquistosomiasis y el tracoma, y también contribuye a la malnutrición», expone la directora del departamento de Salud Pública, Determinantes Sociales y Ambientales de la Salud en la OMS, Maria Neira.