Más de 850 millones de personas en todo el mundo sufren enfermedad renal crónica, 7 millones en España
MADRID, 14
Más de 850 millones de personas en todo el mundo sufren enfermedad renal crónica, de las cuales siete millones se sitúan en España, según se ha dado a conocer en un acto celebrado con motivo de la celebración por el Día Mundial del Riñón y que ha estado presidido por la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo.
Se trata de una enfermedad cuya mortalidad ha crecido casi un 30 por ciento entre los años 2006 y 2016 en España y que, tal y como ha alertado la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), María Dolores del Pino, de seguir así se convertirá en la segunda causa de muerte en «pocos años».
Asimismo, la prevalencia también ha aumentado un 30 por ciento en los últimos diez años, hasta situarse en 1.284 pacientes por cada millón de habitantes. La población más afectada son los mayores de 65 años y aquellos que tienen entre 45 y 65 años y en la actualidad hay más de 60.000 personas en España en tratamiento renal sustitutivo.
De los nuevos casos diagnosticados, el 78 por ciento inicia este tratamiento, el 17 por ciento diálisis peritoneal y sólo un 5 por ciento necesita un trasplante anticipado que, en su mayoría, es un trasplante renal con donante vivo. A este aumento se añade, según ha añadido Del Pino, que es una patología que cuenta con un infradiagnóstico del 40 por ciento y que, en muchos casos, se detecta en sus fases más avanzadas.
«Estamos ante un grave problema de salud pública y que, además, afecta a más mujeres que a los hombres», ha dicho la presidenta de la SEN, para destacar la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia que tiene prevenir esta enfermedad cuya mayoría de factores de riesgo se pueden evitar como, por ejemplo, la obesidad, diabetes, hipertensión o tabaquismo.
PLANES DE PREVENCIÓN
«Se necesita redefinir e intensificar los actuales planes de prevención, con campañas efectivas de visibilización y sensibilización orientados hacia la población general, para que la sociedad pueda ser consciente de la gravedad de la situación, evitando llegar a necesitar tratamientos sustitutivos renales. Para ello, se requiere un abordaje amplio e interdisciplinar de todos los agentes implicados, que ponga de relieve la voluntad de las instituciones sanitarias de atajar este serio problema multifactorial de salud universal, que supone actualmente la enfermedad renal», ha apostillado el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de la Lucha contra la Enfermedad Renal (ALCER), Daniel Gallego.
En este punto, el presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), Juan Francisco Pulido, quien ha destacado el «importante papel» que tiene los profesionales de Enfermería en el cuidado de estos pacientes. Así se han pronunciado también los representantes de los médicos de Atención Primaria, quienes han subrayado su rol en la prevención y diagnóstico temprano de la enfermedad, así como en la progresión y coordinación con los nefrólogos y expertos en el tratamiento y atención.
Ahora bien, tanto el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández-Pro; la vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), María Fernández García; y la doctora del Grupo de Trabajo de Nefrourología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), María Lourdes Martínez-Berganza, han subrayado la necesidad de mejorar las competencias de los médicos de familia en el abordaje y prevención de la enfermedad renal crónica.
Finalmente, la ministra de Sanidad ha agradecido a los profesionales y asociaciones de pacientes sus esfuerzos por mejorar la concienciación, información y tratamiento de esta enfermedad, y ha asegurado que el lema de la celebración del Día Mundial del Riñón, Salud renal para cualquier persona en cualquier lugar , refleja la «característica de universalidad y equidad» del Sistema Nacional de Salud.
Dicho esto, Carcedo ha avisado de que, además de atender a los factores de riesgo de aparición de la enfermedad, es necesario también prevenir las situaciones de vulnerabilidad económica y social, ya que son escenarios propicios de la aparición de enfermedades como la obesidad. «»Sabemos que las situaciones de vulnerabilidad económica, el nivel educativo o el barrio de residencia determinan profundamente la salud de la población. Por eso prevenir dolencias exige prevenir la vulnerabilidad económica y la pobreza», ha zanjado.