Más de 700 personas en Cantabria con enfermedad renal crónica precisan diálisis o trasplante
La enfermedad renal crónica (ERC) ha crecido el último año en Cantabria y afecta a más de 700 personas, pacientes que precisan de diálisis o un trasplante para reemplazar la función de sus riñones.
Un incremento que se ha producido en el conjunto del país, por lo que la Sociedad Española de Nefrología (SEN), junto a pacientes y otras organizaciones, han desarrollado una campaña de sensibilización con motivo de la celebración, el 14 de marzo, del Día Mundial del Riñón. El objetivo es alertar del crecimiento de la ERC en España en los últimos años.
Según los datos facilitados este miércoles por la SEN, Cantabria se sitúa por debajo de la media nacional en la prevalencia (número total de casos) de pacientes con enfermedad renal crónica que precisan diálisis o trasplante para sustituir la función de sus riñones, que alcanzó en 2022 los 1.200 pacientes por millón de población, frente a los 1.410 en España.
Sin embargo, la comunidad está por encima de la prevalencia registrada el año anterior, 1.172 pacientes por millón.
Por su parte, la incidencia (nuevos casos) alcanzó las 155 personas por millón, ligeramente superior a la media nacional de 150, con un crecimiento del 4,5% con respecto a 2021, según los últimos datos del Registro Español de Enfermedades Renales (REER).
Ante esta situación, los profesionales de Nefrología y los pacientes renales, junto a otras sociedades científicas y organizaciones, con motivo del Día Mundial del Riñón, han insistido al Ministerio de Sanidad y las autoridades sanitarias en la necesidad de desarrollar un Plan de Salud Renal de ámbito nacional que recoja medidas concretas para avanzar en la prevención y diagnóstico precoz de la ERC y frenar así su crecimiento.
Tanto nefrólogos como pacientes renales han incidido en la necesidad de dar una mayor visibilidad a la ERC y en que las administraciones públicas realicen un mayor esfuerzo para promover y potenciar la prevención y el diagnóstico precoz de esta patología, conocida como la «epidemia silenciosa» y que tiene una tasa de infradiagnóstico de más del 40%.
