Moro insiste en que no se arrepiente «de nada» por su labor en el marco del caso Lava Jato
El ex juez Sergio Moro ha asegurado este domingo que no se arrepiente «de nada» por su labor en el marco del caso Lava Jato , a pesar de la reciente decisión del Tribunal Supremo que consideró que no habría actuado con parcialidad en el juicio que instruyó contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción.
Según ha declarado el también exministro de Justicia, «no me arrepiento de nada. Todo lo contrario, estoy muy orgulloso de lo que se hizo en la Operación Lava Jato , ha afirmado mientras participaba en un encuentro organizado por el grupo Parlatório, según recoge Folha de Sao Paulo .
A pesar de que ya había insistido en que estaba «absolutamente tranquilo» sobre el acierto de sus decisiones, Moro ha admitido que cabe la posibilidad de que se cometiera algún error, pero no de forma intencionada.
Además, Moro ha defendido la necesidad de desmitificar la narrativa de la criminalización en la que se defiende que hay un juez malvado en connivencia con fiscales ambiciosos para perjudicar a los políticos.
Moro también ha calificado de «equivocada» y «desafortunada» la decisión de quitar la competencia para juzgar a Lula. Con la decisión del Supremo, queda cancelado el caso del apartamento de Guarujá, en Sao Paulo, el cual deberá comenzar ahora desde el principio.
Además, esta decisión se suma a la que recientemente falló el juez Edson Fachin, quien anuló el resto de las condenas de la operación Lava Jato contra Lula por la falta de autoridad del tribunal de Curitiba que llevó los procesos.
El habeas corpus presentado por Lula buscaba anular las condenas de corrupción dentro de la operación Lava Jato . La defensa sostiene que no sólo hubo parcialidad en el caso que instruyó Moro –el del apartamento de Guarujá en 2017–, sino también en los otros dos en los que participó, pues imputó al Partido de los Trabajadores (PT), antes de que acudir a la llamada del Jair Bolsonaro para ser su ministro de Justicia.
Lula ingresó en prisión el 7 de abril de 2018. Su condena supuso además su inhabilitación como candidato presidencial cuando era el favorito en las encuestas para las presidenciales del 7 de octubre de ese año, que finalmente fueron para Jair Bolsonaro.