Morales exige que se revisen las acciones de la CICIG y pide que la comisión rinda cuentas
El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha exigido este miércoles que se revisen las acciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y ha pedido al secretario general de la ONU, António Guterres, que rinda cuentas de cada «centavo» invertido durante los 12 años de funcionamiento de la instancia.
En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Morales ha exigido a la organización un informe al respecto y ha asegurado estar seguro de que «la rendición de cuentas ante los estados miembros de la ONU sería muy positiva y altamente valorada por los donantes que confiaron en un esfuerzo inédito que fracasó en Guatemala».
Morales ha señalado así que el informe final de la CICIG presentado en agosto por el jefe de la comisión, Iván Velásquez, «faltó a la verdad» y por tanto ha hecho hincapié en la importancia de que se presente un «informe exhaustivo y objetivo» de las actuaciones de la comisión.
Asimismo, el dirigente ha arremetido contra Velásquez y ha afirmado que la CICIG «vulneró los principios de soberanía nacional, no respetó las leyes, socavó la autonomía institucional, puso en riesgo la paz social y desafió la gobernabilidad de la nación». «Lo más triste y preocupante» es que todo eso se hizo con el consentimiento de la ONU, ha expresado.
Según Morales, la CICIG, bajo la conducción de Velásquez, «utilizó la imagen de las Naciones Unidas con fines políticos». Así, convirtió la persecución penal en una herramienta de «persecución selectiva y acoso político», vulneró los Derechos Humanos y civiles e infringió la Constitución. Tal y como afirma, no se respetó la presunción de inocencia, el derecho de legítima defensa y el debido proceso, «abusando del digno cargo que le fue encomendado».
Tras cuestionar que el acuerdo de creación de la CICIG no aclara a quién rendía cuentas, Morales ha criticado por qué la ONU no atendió las preocupaciones de su Administración sobre los actos de esa instancia, según ha recogido el diario local Prensa Libre .
«Han muerto varias personas, muchas otras han sido encarceladas injustamente y otras siguen guardando prisión preventiva sin ni siquiera acudir a su primera declaración, ¿quién es el culpable de estas violaciones de los Derechos Humanos?», ha apuntado.
Siguiendo la línea de lo que dijo cuando anunció que no renovaría el mandato de la CICIG, que salió del país a principios de septiembre, Morales ha acusado a Velásquez de convertir la CICIG en una «estructura criminal que cooptó la Justicia». Morales ha expresado que con esos actos Velásquez «defraudó a la confianza de nuestro país para luchar contra estructuras criminales que, se suponía, era su labor principal».
Por otra parte, ha rechazado que el exjefe de la comisión ahora «desprestigie» a Guatemala ante la comunidad internacional. «Eso se llama deslealtad», ha manifestado antes de agregar que Guatemala le abrió las puertas a Naciones Unidas para apoyar la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Sin embargo, la «poca moral y bajo profesionalismo» de Velásquez lo llevó a cometer acciones que los «buenos guatemaltecos no estamos dispuestos a tolerar ni a olvidar», ha apuntado.
Según ha explicado, esa «ambición de poder» hizo que Velásquez pasara del ámbito judicial al político, lo cual quedó refrendado con su apoyo público a Thelma Aldana, exfiscal general y excandidata presidencial proclamada por el Movimiento Semilla en el pasado proceso electoral, que es «prófuga de la justicia».
Morales ha aludido a su vez a los países donantes que fueron traicionados en su buena fe y ha presionado para que no «queden sobre sus espaldas» las «violaciones graves a los Derechos Humanos de los guatemaltecos».
MUERTE DE TRES MILITARES Y ESTADO DE SITIO
En relación con la intención de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de abrir una investigación independiente sobre la muerte de tres militares en el marco de una serie de enfrentamientos con presuntos narcotraficantes, Morales ha insistido en que esto constituye una prueba más de los «abusos» de los agencias de la ONU en Guatemala.
El Ejército de Guatemala ha explicado que el enfrentamiento tuvo lugar cuando un grupo de presuntos narcotraficantes «realizó una emboscada» contra una patrulla de nueve efectivos de la Marina que acudía a detener una aeronave que aparentemente trasladaba droga y que buscaba aterrizar en una pista clandestina en El Estor.
El incidente llevó al Gobierno a declarar el estado de sitio en 22 municipios del país por motivos de seguridad tan solo horas después de que los cuerpos de tres soldados fueran rescatados de la comunidad Semuy II, El Estor, en Izabal. El Ejecutivo justificó la decisión por la muerte de los soldados en El Estor, una situación que, según resaltó, pone en peligro la libertad, justicia, seguridad, vida, paz y desarrollo de las personas.
Guatemala, como sus vecinos El Salvador y Honduras, es un punto neurálgico para el trasiego de drogas desde Sudamérica hasta Estados Unidos. La CICIG, cuyo mandato no fue renovado por Morales, ha sacado a la luz varios casos de políticos locales vinculados con el narcotráfico y crimen organizado.