Montero reconoció un día después del 8-M que «la bajada de» asistentes se debió al coronavirus: «Pero no lo voy a decir»
La ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció el pasado 9 de marzo, un día después de la celebración de las manifestaciones por el Día de la Mujer, que la «bajada de» asistentes a las concentraciones se debió a la presencia del coronavirus.
«O sea, no lo voy a decir porque no lo voy a decir. Pues porque, tía, quiero ser muy prudente, porque creo que la comunicación que se estaba haciendo como Gobierno es buena comunicación, muy basada en los datos médicos», aseguraba Montero en la previa a una entrevista con ETB, que desvela este lunes ABC.
En el vídeo puede verse a la titular de Igualdad charlando con la periodista, que le pregunta sobre las manifestaciones del 8 de marzo. «Como siempre, priorizar la salud pública, no tomar decisiones por el sentimiento este de pánico generalizado que ya hay», apunta Montero, que reconoce que «la capacidad de control» del virus de otros países europeos que estaban tomando medidas «superdrásticas» era «muy limitada».
«En verdad creo que sí. La cosa es si tiene síntomas no te muevas mucho (…) Es que esto es ya cierre del Ministerio. Porque la gente todo el rato: ¡Un beso ministra! ¡Bueno dicen del coronavirus pero da igual, muac muac! Y con la niña: Hola, bonita, como estás … Y es como, la mano no justo la mano no», contaba.
Las palabras de la ministra salen a la luz una semana después de que se publicase el informe realizado por la Guardia Civil por encargo de la juez Carmen Rodríguez-Medel en el marco de la investigación contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por la autorización de la marcha del 8-M.
El mismo concluye que a partir del pasado 5 de marzo «no se debería haber realizado ninguna manifestación/concentración de personas en la Comunidad de Madrid con motivo de la crisis sanitaria del covid-19».
En el documento, de 83 páginas, también se afirma que a partir de la mencionada fecha tampoco se deberían haber celebrado unas y cancelado otras, «como al final terminó ocurriendo», en referencia a la convocatoria de la marcha por el Día de la Mujer en Madrid mientras se suspendía un congreso evangélico en la ciudad.
El Gobierno cifró en 600.979 los asistentes a las diferentes manifestaciones que se celebraron el 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer en todo el país, a excepción de Cataluña, que no facilitó al Ejecutivo datos sobre esta materia.