Mónica García dice de Monasterio que es la «cara más cruda de la ultraderecha» y que Ayuso es «rehén de Vox»
La candidata de Más Madrid a las elecciones autonómicas del 4 de mayo, Mónica García, ha definido a su homóloga en Vox, Rocío Monasterio, como la «cara más cruda de lo que es la ultraderecha» para añadir, a renglón seguido, que la presidenta de la Comunidad y aspirante del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, es «rehén de las propuestas de Vox».
En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, García ha calificado de «tenso y desagradable» lo sucedido ayer viernes en el debate fallido de la Cadena Ser, cuando se «traspasó una línea roja porque Rocío Monasterio fue incapaz de condenar las amenazas de muerte» al candidato al 4M de Unidas Podemos, Pablo Iglesias; al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
Lo que hizo en la Ser la candidata de Vox fue «trasladar su odio e intolerancia». «Se la vio crecida en ese registro», ha descrito. Más Madrid decidió salir del debate y anunciar que no volverían a ningún acto en el que esté presente Vox, como el resto de los debates inicialmente previstos para la próxima semana, luego anulados, en La Sexta y TVE.
Preguntada si no debería haberse levantado antes, la candidata de Más Madrid ha encuadrado esta opción en la «duda legítima de cómo confrontar a la ultraderecha, si rebatirles o confrontarles». Lo que ella decidió hacer en la Ser fue ejecutar ambas posiciones, primero diciéndole a Monasterio que no condenar la amenaza era una «aberración democrática» y luego levantarse e irse.
Independientemente de si se hubieran levantado antes o después, la candidata de Más Madrid ha remarcado que las fuerzas progresistas se entenderán tras el 4M con un «pacto del Botànic a la madrileña» y porque tienen claro «el enemigo común, la ultraderecha más reaccionaria».
La receta contra la extrema derecha es la que están aplicando en Europa «los partidos verdes y feministas, que hablan de lo que Vox no quiere hablar, de lo que de verdad importa, de los centros de salud, de la educación».
Y todo ello tras instar de nuevo a Ayuso a que «cuente si aspira a gobernar con el odio, la intolerancia y la violencia porque las elecciones han sido convocadas para eso, para cambiar de socio de gobierno».