Minsait ve clave la interoperabilidad para digitalizar y reducir la brecha de salud en Latinoamérica
Minsait ha señalado la importancia de contar con sistemas interoperables de salud, ya que pueden ayudar a impulsar la digitalización y reducir la brecha entre los resultados de salud de Latinoamérica y los países más desarrollados en este ámbito, según recoge el Libro Blanco de Interoperabilidad en Salud que acaba de publicar la compañía de Indra.
La pandemia del Covid-19 ha acelerado la demanda de sistemas de información interoperables, lo que implica el desarrollo de aplicaciones y dispositivos interconectados que permitan el intercambio de datos entre médicos, pacientes y gestores y su uso cooperativo para mejorar la salud de la población, garantizar la continuidad de la asistencia y reducir costes.
En este contexto, Minsait ha llevado a cabo un estudio con entrevistas a 80 líderes de ocho países de la Región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), que abarcan aproximadamente el 80% de la población.
El informe resultante pone de manifiesto que la interoperabilidad se presenta como «una oportunidad para afrontar los importantes retos de salud que existen en Latinoamérica»; desde el acceso universal a los servicios de salud, hasta la prevención, detección y tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas.
Además, destaca el papel clave de los sistemas interoperables como aceleradores de la e-Salud al permitir la adopción de tecnologías como el Big Data o la Inteligencia Artificial (IA) que sirvan de apoyo para extraer valor de los datos y lograr sistemas de salud más sostenibles en los que se brinde una atención más centrada en el paciente y la información clínica sea un aspecto relevante que guíe las decisiones de los distintos agentes.
Para Minsait, las principales barreras que impiden avanzar hacia la interoperabilidad están asociadas a la heterogeneidad del dato, el uso de múltiples estándares y la aversión al trabajo en entornos abiertos. «Su eliminación permitirá al paciente ser dueño de su información y obtener atención personalizada y de calidad; y a los profesionales acceder de forma más sencilla a la información del paciente para un mejor diagnóstico y tratamiento», remarca.
El informe concluye que la interoperabilidad de un entorno geográfico está directamente relacionada con la priorización de pilares como su inclusión en la Agenda Digital, la robustez del entorno normativo-económico, el uso de estándares internacionales (semánticos, sintácticos y/o técnicos), la solidez de sus infraestructuras tecnológicas y sistemas de información, así como la disposición de recursos humanos con conocimiento especializado.
Según los datos extraídos de las encuestas, y como conclusiones globales para Latinoamérica, el entorno estratégico resulta el eje mejor valorado por los expertos gracias a la existencia de agendas digitales alineadas con la interoperabilidad, mientras que los ejes con mayor capacidad de mejora están asociados con la formación de los perfiles especializados, el uso de soluciones interoperables por parte de los ciudadanos y el impacto económico y social.
En la misma línea, los resultados individuales de los ocho países estudiados son muy positivos para Uruguay, Argentina y Colombia, ventaja que se sustenta en sus estrategias acertadas en la última década con relación a la interoperabilidad en salud de proyectos como la Historia Clínica Electrónica Nacional de Uruguay, la Red Nacional de Salud de Argentina o la Historia Clínica Electrónica Unificada de Bogotá, en Colombia.