Militares españoles refuerzan la seguridad de su base en Malí tras recientes ataques terroristas en la región
Koulikoro, sede del grueso del contingente español, ha sufrido diversos atentados con fallecidos este mes de enero
El contingente español desplegado en Malí está realizando trabajos de refuerzo de la seguridad del centro de adiestramiento de Koulikoro después de que la región haya sufrido diversos atentados terroristas este mes de enero.
España cuenta con un total de 316 efectivos desplegados en Malí, la mayoría ubicados en Koulikoro y el resto en el cuartel general instalado en la capital, en Bamako. En Koulikoro es donde está el centro de adiestramiento donde se impartía la instrucción a las fuerzas de seguridad malienses, aunque esta misión se encuentra actualmente suspendida y las funciones de los españoles se limitan a actividades no operativas y tareas de asesoramiento y apoyo.
EUTM ha informado este lunes de que zapadores españoles allí desplegados están realizando trabajos de fortificación para dar una mayor protección y aumentar así la seguridad, todo en coordinación con las autoridades militares malienses.
Esto tiene lugar en un contexto de creciente inseguridad en el país y recientes atentados terroristas perpetrados en la región de Koulikoro este mes. En concreto, hubo ataques los días 2 y 8 de enero en los que murieron al menos una decena de personas.
Los atentados han sido reivindicados por la filial de Al Qaeda, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), que ha intensificado sus acciones en la zona del Sahel y, en concreto, ampliado su actividad en Malí extendiéndose hacia el sur.
La situación de la operación europea se encuentra además en el aire tras la decisión de Francia de salir del país, a la que se han sumado otros países europeos como Alemania o la República Checa renunciando a seguir en EUTM.
España sin embargo defiende la necesidad de seguir teniendo presencia militar en el país para frenar el avance del terrorismo y, la vez, no dejar manos libres a Rusia, que ya se ha instalado en el territorio tanto a través de su Ejército como del grupo mercenario Wagner.
El centro de adiestramiento de Koulikoro ya fue objeto de un intento de atentado en febrero de 2019, cuando dos vehículos intentaron acceder a la base cargados de 1.000 kilos de explosivo. Ese ataque fue repelido por los dos efectivos que se encontraban de guardia en la puerta principal del recinto.