Milicianos islamistas atacan una localidad en el norte de Mozambique, la segunda en tres días
Un grupo de presuntos milicianos islamistas atacó en la tarde del miércoles la localidad mozambiqueña de Quissanga (norte), apenas unos días después de que Estado Islámico tomara brevemente otra ciudad en la zona.
«Las oficinas en Quissanga están en llamas. Toda la gente ha huido. Algunas se han ido a las islas y otras se han echado al mar», han indicado fuentes citadas por el portal Moz24h.
«Estamos huyendo de la guerra. He perdido a mis hijos y no sé si mi esposo está vivo», ha relatado una de las desplazadas. «No pienso volver. No quiero morir despedazada», ha agregado. Así, ha resaltado que los atacantes «ya no son personas, matan sin piedad». «No sé qué hemos hecho para merecer este castigo», ha añadido.
Por su parte, Luis Salimo, secretario del distrito de Paquitequete, ha indicado que «no hay personas desplazadas, no es una guerra». «Es un pequeño conflicto y el Gobierno lo resolverá», ha argüido.
En redes sociales circula un vídeo en el que uno de los atacantes se dirige a la población mozambiqueña desde Quissanga y pide adhesiones al grupo, sin decir a cuál pertenece.
Asimismo, dice que «no quieren la bandera del FRELIMO», en referencia al partido gubernamental, el Frente de Liberación de Mozambique, y aboga por la aplicación de la sharia .
«Hermanos, no acepten ser engañados. Nosotros no estamos aquí para luchar por la riqueza del mundo (…) Como dice Dios, cuando uno quiere ser musulmán, primero tiene que querer luchar por Dios», afirma.
EL ATAQUE CONTRA MOCIMBOA DA PRAIA
El ataque contra Quissanga tuvo lugar apenas dos días después de que milicianos islamistas ocuparan durante varias horas Mocimboa da Praia, también ubicada en la provincia de Cabo Delgado.
Durante la jornada del martes, Estado Islámico en África Central (ISCA) reclamó la autoría y publicó un vídeo que muestra el ataque y sus consecuencias, así como una gran cantidad de armamento robada durante el asalto.
Por su parte, el portavoz del Gobierno mozambiqueño, Filimao Suzi, afirmó que los atacantes se habían retirado y agregó que los ministros de Defensa e Interior «se encuentran en este momento sobre el terreno haciendo el trabajo que les compete».
Mocimboa de Praia fue escenario en 2017 del primer ataque de una ola de violencia atribuida a presuntos milicianos islamistas a los que popularmente se conoce como Al Shabaab, no vinculados con el grupo del mismo nombre ligado a Al Qaeda y que opera en Somalia.
A ello se suma que en los últimos meses, ISCA, la filial creada hace unos meses por el grupo terrorista –operativa también en el este de República Democrática del Congo (RDC)–, ha reivindicado algunos ataques en el norte de Mozambique.
«MEDIDAS INMEDIATAS Y EFECTIVAS»
Muleya Mwananyanda, subdirectora de Amnistía Internacional para África Oriental y del Sur, afirmó el lunes que el ataque en Mocimboa da Praia «es la culminación de un trágico fracaso del Gobierno mozambiqueño para proteger a la población en esta zona volátil».
«Desde hace casi tres años, grupos armados han estado atacando a aldeanos en Cabo Delgado, causando un sufrimiento humano inenerrable sin que hayan rendido cuentas», lamentó, según un comunicado de la ONG.
Así, manifestó que «estos continuos ataques se ven agravados por el hecho de que el Gobierno mozambiqueño prohíbe a periodistas, investigadores y observadores internacionales acceder a la zona para analizar la situación».
Mwananyanda recalcó que «las autoridades deben adoptar medidas inmediatas y efectivas para proteger a todo el mundo en la región, incluyendo un incremento de las medidas de seguridad legales».
Por último, solicitó igualmente «llevar a cabo investigaciones en torno a todos los ataques recientes para con el obetivo de llevar a los responsables ante la justicia».