Múgica dice que Sánchez les habría «ahorrado el bochorno» si hubiera dicho que gobernaría con «los herederos de ETA»


Decenas de personas, representantes políticos y cargos públicos recuerdan en San Sebastián al socialista asesinado hace 29 años

SAN SEBASTIÁN, 7

Rubén Múgica, hijo del socialista Fernando Múgica asesinado hace 29 años por ETA, ha afirmado que el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y su «cortejo de aduladores», les habría «ahorrado el bochorno» si hubiera dicho «desde el principio» que quería gobernar «incluso con el apoyo de los herederos de los criminales» de la banda terrorista. «Se trataba de derrotarlos, pero no para después sentarlos a la mesa», ha criticado.

Rubén Múgica se ha manifestado de esta forma en el acto de homenaje a su padre celebrado en el cementerio de Polloe en San Sebastián, en el que han participado familia, allegados y compañeros del partido.

A la cita han acudido, entre otros, la viuda del político socialista, Mapi Heras, sus otros dos hijos, José María y Fernando, así como los nietos, otros familiares y amigos de la familia.

Durante el acto, ha intervenido el exdiputado del PP Adolfo Suárez Illana, y han estado presentes numerosos cargos y representantes políticos como el alcalde donostiarra, Eneko Goia; el presidente de las Juntas de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena; la presidenta del PP de Gipuzkoa, Muriel Larrea junto a los concejales donostiarras de su partido Borja Corominas y Jorge Mota.

También han acudido la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia; la subdelegada del Gobierno en Gipuzkoa, Noemí López; el viceconsejero vasco de Derechos Humanos, Memoria y Convivencia, Alfredo Retortillo; la viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, y el secretario general de los socialistas guipuzcoanos y primer teniente de diputada general de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio.

Tras depositar varios ramos de flores en la tumba de Fernando Múgica, su hijo Rubén ha dado lectura a una carta dirigida a su padre, asesinado por los miembros de ETA Valentín Lasarte y Xabier García Gaztelu, Txapote , el 6 de febrero de 1996 a los 62 años, cuando acababa de salir de su despacho de abogados. También ha recordado a otro socialista asesinado por la banda terrorista, Joseba Pagazaurtundúa, de cuya muerte se cumplen este sábado 22 años.

Rubén Múgica ha afirmado que «los pistoleros» que los mataron «fueron distintos, pero los chivatos de Batasuna fueron los mismos» y ha lamentado que se haya «tolerado su blanqueamiento», de forma que hoy «pasean calles y plazas bajo siglas que son otras, pero con los mismos collares de siempre». «Indolentes y jactanciosos», ha dicho

Según ha dicho, ETA mató a su padre porque, «como muchos», representaba «el genuino combate ciudadano contra el crimen organizado; combate en el que no cabían silencios ni miradas perdidas, y menos aún el compadreo con los criminales».

«ETA y sus chivatos batasunos, muchos hoy emboscados en Bildu, representaban el crimen político y racista; aldeanos embrutecidos a los que era obligado enfrentarse, como tantos lo hicieron, no importaba bajo qué siglas», ha criticado.

Rubén Múgica se ha mostrado convencido de que «las personas corroídas por el sectarismo niegan vigencia a las siglas que no sean las propias» y ha añadido que su familia «huye de tal toxicidad» recordando a Gregorio Ordóñez. «Importa que Fernando y Gregorio (Ordóñez) murieran del mismo modo, pero importa más que ambos decidieran vivir igual, pensando tan distinto», ha defendido.

Para Múgica, «ETA y su basurero batasuno trajeron el silencio a esta tierra, y ese silencio aún se respira» y aunque «oleadas de turistas visitan San Sebastián cada año» y recorren «calles con placas que recuerdan a casi cien asesinados» en san Sebastián, «no las miran, no preguntan, no les cuentan». «En eso no están solos: tampoco lo hacen muchos vecinos», ha añadido.

Ha incidido en que «la crudeza de los asesinatos y la frialdad de los cementerios obligan a no maquillar el lenguaje, pues se malgasta el mensaje». Por ello, ha llamado a denunciar, «con claridad», que tanto su padre, como Joseba Pagazaurtundúa «y tantos otros» sufrieron «una persecución totalitaria, emprendida contra la democracia española por un hatajo de nacionalistas reaccionarios».

«Solo ingenuos y malintencionados buscan elevados ideales en los miembros de la banda, cuando en realidad sólo eran matones con pistolón», ha criticado.

Ha advertido, además, que «se trataba de derrotarlos, pero no para después sentarlos a la mesa», algo de lo cual, a su juicio, «saben los ventajistas que vinieron con el cuento: si los asesinos dejaban de matar, la democracia sería generosa con ellos».

«Si querían gobernar incluso con el apoyo de los herederos de los criminales, que lo hubieran dicho desde el principio», ha asegurado, en alusión al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y su «cortejo de aduladores, obsequiados con cargos públicos y publicidad institucional». «Ello sería igualmente lamentable, pero, al menos, nos habrían ahorrado el bochorno», ha añadido.

Por otra parte, ha afirmado que aunque los «entusiastas biógrafos» de Pedro Sánchez afirman que se afilió al PSOE en 1993, «nadie lo recuerda en ningún funeral ni manifestación». «Los víctimas de ETA no somos un coto cerrado, ni todas pensamos lo mismo», ha afirmado.

Rubén Múgica ha indicado que su padre pensaba que «no puede haber complacencia con quienes se levantaron en armas contra ciudadanos indefensos, ni con quienes intentaron derribar la democracia española desde sus inicios más frágiles» y «tampoco con sus herederos». «Si los asesinos merecen atención por haber dejado de matar, mayor atención merecemos quienes nunca hemos matado», ha concluido.

SUÁREZ ILLANA

Por su parte, Suárez Illana, se ha referido a Fernando Múgica como a «uno de los grandes de España» que «fue capaz de llevar hasta el extremo aquello de que por la libertad se puede y se debe aventurar la vida».

«Es trágico que después de aventurar su vida como lo hizo Fernando, inmediatamente después, se intentase pasar a justificar y a pasar página», ha recordado, para añadir que, «primero sus asesinos», pero luego también «quienes quizá compartiendo algunos fines y con cierto cinismo y cobardía quisieron aprovechar acciones como esta para obtener un rédito electoral».

Suárez Illana ha apuntado que «quedaba lo peor», que «quienes ni compartían fines, ni compartían ideología, ni compartían medios, e incluso fueron también perseguidos, han acabado blanqueando por su debilidad a quienes desde el terror» arrebataron a «seres queridos».

Por otro lado, ha indicado que, aunque parezca que «corren tiempos malos para los demócratas», Múgica «sembró, y sembró caro con su vida» y él no piensa «romper la esperanza de una buena cosecha que tenía Fernando, dejando de sembrar lo que a mí me toca».

En este sentido, ha animado a los presentes a «sembrar», porque «el mal no prevalecerá», y depende del esfuerzo propio «que la justicia, la paz y la libertad vuelvan a reinar en este mundo, igual que después del odio, del enfrentamiento, España supo conquistar la concordia». «Depende de nosotros», ha finalizado.

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