Menos de la mitad de los empleos iniciados con contrato indefinido en 2022 y 2023 duraron un año o más
Fedea y BBVA Research anticipan un menor dinamismo en el empleo en el tercer trimestre tras los datos de afiliación de julio y agosto
Menos de la mitad de las nuevas relaciones laborales iniciadas con contrato indefinido ordinario en 2022-2023 duró un año o más, según datos del nuevo Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo de Fedea y BBVA Research presentados este lunes en la Universidad de Zaragoza.
De esta manera, la tasa de supervivencia de las nuevas relaciones con contrato fijo ordinario se redujo 22 puntos porcentuales desde 2021 y 20,1 puntos porcentuales desde 2019, antes de la pandemia del Covid-19.
Entre las que comenzaron con contratos fijos discontinuos, el porcentaje de las que se encuentran en alta transcurridos 365 días cayó 24,4 puntos porcentuales, hasta igualar al de los contratos temporales.
En conjunto, la tasa de supervivencia de las nuevas relaciones laborales, medida como la proporción de relaciones que permanecen en alta transcurridos 365 días desde su inicio, ha crecido 2,3 puntos porcentuales desde la última reforma laboral y 3,5 puntos porcentuales en comparación a 2019.
Según datos del observatorio, el empleo en el segundo trimestre avanzó de manera similar a los dos trimestres previos, con un aumento del 0,6% trimestral en la afiliación en alta laboral a la Seguridad Social y del 0,8% de la estimación avance de los puestos de trabajo de la Contabilidad Nacional Trimestral.
Sin embargo, los expertos de Fedea y BBVA Research anticipan un menor dinamismo del mercado laboral de cara al tercer trimestre del año tras los datos de afiliación a la Seguridad Social de julio y agosto.
EL EMPLEO INDEFINIDO REPUNTÓ EN EL SEGUNDO TRIMESTRE
Tras perder impulso en el primer trimestre, el empleo indefinido creció un 1,3% trimestral en el segundo; la población asalariada con contrato temporal cayó un 0,6%, lo que redujo tres décimas la tasa de temporalidad hasta el 15,3%, y la ocupada por cuenta propia se mantuvo estable.
Entre abril y junio, siete de cada diez empleos creados fueron ocupados por personas nacidas en España. Destacó la contribución de la población española menor de 25 años y mayor de 54. Sin embargo, la extranjera entre 25 y 34 años y la española entre 35 y 44 limitaron el incremento de la ocupación.
Respecto a las horas trabajadas, crecieron un 0,3% trimestral tras la caída del primer trimestre del año, mientras que el número de horas trabajadas por persona ocupada fue un 3,6% menor que el registrado en el último trimestre de 2029, debido, sobre todo, al aumento del porcentaje de personas ocupadas que no trabajaron.
El PIB por persona ocupada no varió entre abril y junio debido a que el crecimiento de la productividad por hora trabajada fue insuficiente para contrarrestar el deterioro del margen intensivo. Desde finales de 2019, el PIB por persona ocupada no ha aumentado, mientras que por hora tan solo es un 3,6 % mayor.
CRECE LA DURACIÓN ACUMULADA MEDIA DE LAS RELACIONES LABORALES
Por su parte, la duración acumulada media de las relaciones laborales iniciales (RLI) y relaciones laborales reiniciadas (RLR) transcurridos 365 días desde la fecha del alta laboral aumentó en 2 días respecto a 2021 y en 11 frente a 2019, hasta los 157 días en 2023-2024 por el menor peso de las relaciones laborales con duraciones de menos de 90 días y el mayor de aquellas que duran 365 o más días.
La leve mejoría obedece a la sustitución de contratos temporales por indefinidos. No obstante, la duración de las nuevas relaciones con contrato indefinido ordinario y con fijo discontinuo ha disminuido (-72 y -108 días, respectivamente).
Además, la disminución entre 2019 y 2024 del número de RLI que comenzaron con contratos temporales (-48,7%) fue contrarrestada por el crecimiento de aquellas con contratos indefinidos ordinarios (116,7%) y fijos discontinuos (666,9%).
En contraste, el número de RLR ha bajado por la reducción de las recontrataciones con contratos temporales (-49,8%), que no fue compensada por el incremento de los llamamientos de fijos discontinuos y las recontrataciones con contratos indefinidos ordinarios (59,1 %).
A pesar de ello, menos del 40% de las relaciones laborales iniciadas con un contrato fijo discontinuo se reinicia con algún llamamiento en 400 días.
MENOS DE UN MILLÓN DE PARADOS DE LARGA DURACIÓN
La creación de empleo redujo la tasa de paro hasta el 10,5%, mínimo desde el segundo trimestre de 2008, a pesar del avance de la participación laboral, mientras que la incidencia del desempleo de larga duración menguó un punto, hasta situar el número de personas paradas durante al menos un año en 973.000.
En relación a las vacantes, desde Fedea y BBVA Research estiman que las vacantes crezcan en el segundo trimestre hasta rozar las 155.000, un avance del 2,1% trimestral tras caer entre enero y marzo, por lo que la tasa de vacantes subirá ligeramente hasta los 0,63 puestos por cada mil personas activas y se aproximará al máximo del ciclo actual.
SUBEN 10,5 PUNTOS LAS BAJAS POR INACTIVIDAD
El desplome de los contratos temporales y el aumento de los indefinidos y fijos discontinuos, la estabilidad relativa de las nuevas relaciones laborales y su deterioro en aquellas que se inician con contratos indefinidos han modificado la distribución de las causas de extinción (baja).
De esta manera, desde 2021, han caído 23,2 puntos porcentuales (pp) las bajas por fin de contrato temporal y 1,6 pp por otras causas, mientras que han aumentado 10.5 pp las bajas por inactividad, 6,4 pp por no superar el período de prueba, 5,2 pp por abandono voluntario y 2,6 pp por otros tipos de despido.
Además, en los contratos iniciales indefinidos ordinarios, las bajas ocurren, en media, 48 días antes que en 2021: las causadas por no superar el período de prueba se anticipan 19 días y los abandonos voluntarios, 46 días.
Por su lado, en los fijos discontinuos, las relaciones laborales adelantan su última baja anual por pase a la inactividad en 56 días.



