Médicos de familia y hematólogos presentan una guía para el seguimiento de largos supervivientes de cáncer de la sangre
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) han elaborado la primera guía de práctica clínica en España para el seguimiento de largos supervivientes de cáncer hematológico.
En concreto, la guía busca establecer un estándar para el seguimiento post-tratamiento, abordando aspectos clave como la esfera psicológica, sexual, problemas sociales, vacunación, alimentación y actividad física.
Es un documento pionero que proporciona recomendaciones fundamentales para el seguimiento de miles de pacientes que han superado cánceres de la sangre, y que facilita la labor de los profesionales de medicina y enfermería de Atención Primaria. Además, cuenta con el visto bueno de Asociación Española de Afectados por Linfoma (AEAL), Mieloma y Leucemia, y del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC).
En España, los linfomas, las leucemias y los mielomas son los cánceres de la sangre más frecuentes, con una incidencia anual estimada de 10.000, 6.000 y 3.000 casos, respectivamente, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer. En cuanto a la prevalencia, se estima que en el país podría haber 23.000, 16.000 y 25.000 pacientes con linfoma, leucemia y mieloma múltiple, respectivamente.
Con los avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer hematológico, la supervivencia de estos pacientes ha mejorado significativamente en las últimas décadas, dando lugar a un crecimiento sustancial de población superviviente.
Se considera que una persona es largo superviviente de cáncer hematológico tras pasar 5 años libre de la enfermedad. En España no se dispone de cifras concretas, aunque sí se ha observado en un informe de la Comunidad de Madrid que la población superviviente a 5 años en linfoma no Hodgkin (LNH) es del 79,7 por ciento; en linfoma de Hodgkin (LH), del 76,3 por ciento; en leucemia aguda linfoblástica (LAL), del 41 por ciento, y en leucemia mieloide aguda, del 30,6 por ciento.
Por esta razón, se ha limitado la presente guía a las neoplasias hematológicas más prevalentes que pueden alcanzar la curación: LNH, LH y, dentro de las leucemias agudas, la LAL.
«Por suerte curamos otros cánceres hematológicos, pero no se han incluido por su menor incidencia y prevalencia», afirma Guillermo Rodríguez García, hematólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla, y representante SEHH de la Comisión Interdisciplinar de Trabajo de Largos Supervivientes de Cáncer Hematológico.
Tal y como ha explicado, la guía intenta facilitar el manejo y seguimiento de la mayoría de los largos supervivientes; de hecho, las hemopatías malignas incluidas presentan un porcentaje de curación superior al 50 por ciento.
SEGUIMIENTO HOLÍSTICO
«Son pacientes a los que hematología ya ha dado el alta, pero requieren un seguimiento y cuidados especiales por parte de Atención Primaria», explica Cruz Bartolomé Moreno, médica de familia, miembro de la semFYC y representante Semfyc de la Comisión Interdisciplinar de Trabajo de Largos Supervivientes de Cáncer Hematológico.
Desde la Atención Primaria, la complejidad del seguimiento de estos pacientes radica en la diversidad de tratamientos recibidos, por lo que esta guía busca ofrecer «una atención óptima e individualizada».
Además, Bartolomé detalla que con esta guía «en lugar de ir buscando información de forma aislada, se ha intentado recopilar todo el contenido disponible en esta materia».
Durante la rueda de prensa, Bartolomé ha hecho hincapié en la importancia de que los hematólogos, cuando consideren que se puede hacer el seguimiento exclusivo del paciente desde AP, desarrollen «una carta de presentación» del mismo para los médicos de familia, porque, si no, se torna en «una labor de espeleología» para los médicos de familia.
En la presentación de la guía, también ha estado presente la presidenta de GEPAC, Begoña Barragán, que ha rememorado que, cuando se convirtió en larga superviviente, se sintió «en tierra de nadie». «Las cosas que te pasan no le toca al solucionarlas al hematólogo, pero los médicos de familia no siempre se sienten seguros con atendernos», ha explicado Barragán, para añadir que, con la guía, el médico de familia se va a sentir «más seguro» a la hora de «atreverse» con los pacientes. Además, ha celebrado que la interacción entre especialidades será «más fluida».
RECOMENDACIONES PARA UN ABORDAJE INTEGRAL
Los largos supervivientes de cáncer hematológico pueden experimentar efectos tardíos del tratamiento, como neoplasias secundarias, enfermedades cardiovasculares o disfunción psicosocial.
En este sentido, la guía incluye recomendaciones para un abordaje integral y ha sido revisada por asociaciones de pacientes que han hecho aportaciones para un seguimiento óptimo. Así, por ejemplo, se incluyen recomendaciones acerca de la dieta y actividad física, además de incluir indicaciones de evaluación.