McKinsey & Company se suma a la Global Mobility Call para ayudar al desarrollo de la movilidad sostenible
McKinsey & Company se ha sumado a la Global Mobility Call 2022 en calidad de knowledge partner para contribuir al desarrollo de la movilidad sostenible. Durante su participación en este evento, la consultora compartirá la información, la experiencia y el conocimiento de sus expertos y de su centro de investigación, el Centro McKinsey para la Movilidad del Futuro (MCFM).
La Global Mobility Call 2022 reunirá a líderes internacionales en materia de movilidad del 14 al 16 de junio. En esta iniciativa, organizada por Ifema Madrid y Smobhub, participarán las principales asociaciones del sector y varias instituciones internacionales clave en este ámbito.
El Centro McKinsey para la Movilidad del Futuro fue creado en 2015 para ayudar a las empresas, inversores, gobiernos y entidades a transformar la manera de abordar todos los aspectos de la movilidad y hacerla más fácil, sostenible, inteligente y asequible.
El MCFM trabaja con actores de todo el ecosistema de la movilidad–individuales, públicos y del sector privado– «proporcionando una base informativa independiente e integrada sobre posibles futuros escenarios de movilidad, como la conducción autónoma, la movilidad eléctrica o los servicios de movilidad compartida», según ha indicado la consultora en una nota de prensa.
OPCIONES DE TRANSPORTE QUE MEJOREN LA CALIDAD DE VIDA
Este centro de investigación centra sus acciones en tres áreas principales: consumidores, tecnología y entorno operativo. McKinsey ha explicado que trabaja con sus clientes para «reinventar y enriquecer la experiencia del consumidor de movilidad creando opciones de transporte terrestre y aéreo más fluidas, que sean sostenibles y mejoren la calidad de vida en todo el mundo».
Rafael Westinner, socio senior de la consultora, ha señalado algunos datos, como que «el 70% de los viajeros preferiría utilizar la micromovilidad, como las bicicletas o los patinetes, para sus desplazamientos diarios, en lugar de los coches».
Además, «el 59% de los compradores de coches desea comprar su próximo coche por Internet, lo que tendrá un impacto significativo para la industria del automóvil», y el 56% de los consumidores en China «cambiaría de marca de coche por una que le ofreciera una mejor conectividad».
VEHÍCULOS AUTÓNOMOS, CONECTIVIDAD Y ELECTRIFICACIÓN
En lo referente a la tecnología, McKinsey ha concluido que las empresas «deben realizar implementaciones rápidas e inteligentes en áreas como la tecnología de vehículos autónomos, la conectividad, la electrificación, la mejora de las infraestructuras, el software y muchas otras».
La consultora ve «primordial ejecutar las mejores ideas y utilizar las últimas tecnologías al servicio de los objetivos medioambientales, sociales y comerciales», desde la cadena de suministro hasta el diseño y la implementación.
«Nuestra investigación indica que para 2035 se espera que uno de cada tres automóviles nuevos tenga sistemas de asistencia avanzados (L3+), y para 2025 se habrán lanzado alrededor de 500 modelos eléctricos, según han anunciado los fabricantes de equipos originales (OEM)», ha afirmado Westinner, que ha añadido que «a día de hoy ya se han invertido 7.000 millones de dólares (6.540 millones al cambio actual) en futuras iniciativas de movilidad aérea».
Por último, en cuanto al entorno operativo de la movilidad, McKinsey ha resaltado que alrededor de 150 ciudades de todo el mundo han anunciado políticas de restricción del uso del automóvil, mientras que el 75% de todos los coches nuevos vendidos en Europa serán eléctricos en 2030.
Según ha explicado, los responsables de la toma de decisiones de toda índole necesitan basar sus acciones en información fiable, probada y bien contrastada que tenga en cuenta la complejidad de los desafíos de la movilidad moderna.
«Sobre ella se podrán construir enfoques exitosos y sostenibles para la futura planificación y acción de movilidad compartida y eléctrica de todo tipo», ha agregado.