Masiva protesta intergeneracional en Compostela que clama por un «cambio en la política sanitaria o en sus autores»

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4

Las calles de Santiago de Compostela han acogido este domingo 4 de febrero, coincidiendo con el tercer día de campaña electoral (aunque estaba convocada antes de conocerse esta cita), una masiva manifestación en defensa de la sanidad pública. Ha sido una movilización con un marcado carácter intergeneracional, con bebés, niños, jóvenes, personas de mediana edad, pero también presencia de jubilados y personas de avanzada edad.

«Llamamos a la población a que, si no hay un cambio en la política sanitaria, habrá que ir pensando en cambiar los autores de las políticas sanitarias», manifestó el portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública, Manuel Martín, en declaraciones a los medios antes del inicio de la marcha que desembocó en la Praza do Obradoiro, que volvió a llenarse de asistentes de todos los puntos de la geografía gallega con banderas de plataformas, partidos de la izquierda y sindicatos, y lemas en defensa de la sanidad pública.

Los servicios de pediatría y la falta de médicos en el rural han sido hilo conductor de esta gran manifestación a la que se sumaron todas las fuerzas de la izquierda política gallega y que viene precedida de movilizaciones comarcales por todos los rincones del país en defensa de la dotación de servicios sanitarios.

Certificando la muerte de la sanidad pública, un colectivo de marineros acudió a la marcha compostelana portando ataúdes de madera para avisar de que tras su situación complicada en el mar, este podía ser también «el epitafio» de la sanidad pública gallega como consecuencia de las políticas de la Administración.

Carritos de bebés, personas en sillas de ruedas e incluso con andadores y bastones fueron algunas de las imágenes de la manifestación en la que participó Dositeo Moure quien, a punto de cumplir 91 años, se desplazó desde Chantada (Lugo). «No es agradable venir, porque con mis años me cuesta; pero me parece que es justo venir a reclamar», ha enfatizado, en declaraciones a Europa Press.

Dositeo Moure ha advertido que «están desmantelando la sanidad» y que «en Chantada, que pertenecen siete médicos, hoy solo hay uno y si tiene que ir a una urgencia, tarda dos horas y quedamos sin médico».

«Quiero reclamar que haya sanidad como es debido, porque luchamos mucho para que hubiese una sanidad y funcionó hace diez años o 15 y ahora estos cabrones la están desmantelando para llevarla para la privada y claro, los que no tenemos medios, no tenemos acceso a ellos», defendió Dositeo, quien afirmó que «por eso quieren que se vaya, porque solo gobiernan para los millonarios, que hay pocos, recortan impuestos a los millonarios y quitan servicios», ha sentenciado.

RECLAMACIONES DE LA PLATAFORMA

«Hoy convocamos una manifestación para mostrar el rechazo de la población por la situación que vivimos en la sanidad pública», ha explicado el portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública, quien especificó que atención primaria «todo el mundo conoce que es absolutamente lamentable» como está y las «dificultades enormes para acceder a los centros de salud» y las «listas de espera que superan hasta los 15 días».

En cuanto a las listas de espera hospitalarias «son absolutamente inaceptables». «La administración miente con las listas; probablemente tengamos el doble de listas de espera que reconoce la administración, que utiliza diferentes trucos para maquillarlas», ha apostillado.

Manuel Martín también ha puesto el foco en la situación de las personas mayores, que es «tremenda». Así, ha dicho que la situación en las residencias de mayores «todo el mundo conoce la mortalidad terrible que hubo durante la pandemia y fue fundamentalmente por falta de asistencia sanitaria».

«Creemos que la situación no permite más dilación a la hora de adoptar decisiones», ha señalado, antes de recordar que la plataforma SOS Sanidade Pública ha puesto encima de la mesa 13 peticiones, que fueron a las que dieron lectura en la Praza do Obradoiro a modo de manifiesto. «No depende de Madrid, depende fundamentalmente de la voluntad política de esta administración (la de la Xunta), de poner los presupuestos que necesita la sanidad encima de la mesa y una política de personal que permita fidelizar a todos los trabajadores del sistema».

«No vamos a bajar los brazos, no nos va a ganar la administración a toda la población gallega. Vamos a seguir resistiendo y vamos a poner encima de la mesa y de la opinión pública las medidas que creemos que son absolutamente necesarias y aplicables», ha enfatizado antes de denunciar el «desmantelamiento» y de llamar a la población a que «si no hay un cambio en la política sanitaria, habrá que ir pensando en cambiar los autores de las políticas sanitarias», sugiriendo que «el día 18 probablemente» los ciudadanos «tengan esta oportunidad».

Entre los 13 puntos, se encuentran incrementar el presupuesto; incrementar el personal de medicina familiar, pediatría y enfermería; apertura de centros de salud cerrados, un plan de racionalización de las listas de espera un plan de salud mental; reintegración del servicio de ambulancias o reintegración de los servicios privatizados (como la historia clínica).

CONFLUENCIA DE LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA

En una manifestación en la que se han podido escuchar proclamas en contra de la «privatización» de la sanidad pública y vítores como «la culpa de quién es, de los que votan al PP»; también se han dado cita las principales fuerzas políticas de la izquierda.

Así, la candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, se ha comprometido a ser la presidenta que recupere la sanidad pública gallega, al respecto de lo que ha vuelto a comprometer un plan de 200 millones para primaria, y ha asegurado que, a lo largo sus estos 15 años de gobierno, «el PP fue un Terminator».

Mientras, el cabeza de lista del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha asegurado que «enfermar» es un problema en Galicia, debido a la situación del sistema sanitario y se ha comprometido a limitar a 48 horas la espera en atención primaria y a garantizar unas condiciones dignas a los profesionales sanitarios.

Por su parte, la candidata de Sumar, Marta Lois, ha afirmado que el próximo 18 de febrero será el «fin de las políticas de desastre y desmantelamiento de los derechos y de la salud de los gallegos», que han dejado «en coma» a la sanidad pública. Isabel Faraldo, por parte de Podemos, denunció los 2.000 millones de euros «recortados» en atención primaria.

En la movilización también participó el médico de familia y portavoz de Anova, Martiño Noriega, quien ha advertido de que «la salud pública es un corrector de desigualdades sociales y no tiene precio, y ellos (por el PP) le están poniendo precio y fomentando el beneficio de todos de unos pocos y eso sí que es política y es imperdonable».

Además de distintas plataformas de todo el país y en una movilización en la que se han vuelto a ver las banderas de apoyo al pueblo palestino, también ha participado el candidato de Espazo Común Galeguista, el ex conselleiro Pachi Vázquez, también médico de profesión, y quien reclamó «más estudiantes de medicina y más fondos».

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