Marlaska pide no polemizar por la ausencia de bandera y algunos invitados en el «acto sobrio» de destrucción de armas
Insiste en que el Estado de Derecho acabó con ETA, Grapo o GAL y recuerda que el Centro Memorial había reclamado una ceremonia así al PP
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido este viernes no polemizar por la ausencia de símbolos nacionales como la bandera y el himno, además de invitados como los expresidentes del Gobierno y algunas asociaciones de víctimas, en el acto celebrado en dependencias de la Guardia Civil para escenificar la destrucción de armas de ETA y otras organizaciones terroristas.
«Era un acto sobrio, no hay que buscar tres patas al banco», ha defendido Grande-Marlaska. En este sentido, ha insistido en las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para reivindicar como ministro del Interior que el Estado de Derecho acabó con ETA, Grapo y GAL. También ha recordado que el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo había reclamado una ceremonia de estas características al Gobierno de Mariano Rajoy.
Al término de un acto organizado por el Ministerio del Interior con motivo del Día de la Mujer, Grande-Marlaska ha señalado que algunos olvidan que el terrorismo es una cuestión de Estado. «Parece que hay alguien que quiere buscar eso para justificar algún tipo de conducta», ha comentado.
«El himno y la bandera son de todos los españoles y es un símbolo esencial para este ministro y para el Gobierno de España, algo que es tan importante que está recogido en nuestra Carta Magna», ha comentado al ser preguntado por la ausencia en Valdemoro de estos símbolos, habituales en los actos que se celebran en dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
RECLAMADO EN 2017 POR EL CENTRO MEMORIAL
El ministro del Interior ha defendido la necesidad de escenificar la derrota del terrorismo con la destrucción simbólica de más de 1.300 armas, previa autorización judicial. «No hay ningún símbolo mayor que el triunfo del Estado de Derecho», ha sostenido, añadiendo que la bandera y el himno están en la «mayor parte» de los actos organizados por el Ministerio del Interior.
«No confronto normalmente en materia terrorista con nadie porque es política de Estado. Fue un acto simbólico, relevante, importante y muy difícil de estructurar», ha continuado, explicando que estuvieron presentes «todas las fuerzas de seguridad del Estado a su máxima representación operativa», incluyendo a Mossos d Esquadra y Ertzaintza.
Grande-Marlaska ha señalado, además, que este acto de destrucción de armas fue solicitado años atrás. «Era tal acto de Estado que había sido solicitado en el 2017 por el Centro Memorial Víctimas del Terrorismo y no se había realizado por el Gobierno del Partido Popular», ha dicho, relacionando la ceremonia de Valdemoro con la próxima inauguración de la nueva sede en Vitoria de esta institución que preside Florencio Domínguez, que intervino ayer junto al presidente del Gobierno.
«No estoy derivando responsabilidades a nadie; la responsabilidad es del ministro del Interior, que se lo trasladó al presidente. Este ministro conoce y sabe lo que es el terrorismo, cada uno tendrá que decir por qué no fue», ha defendido.
A continuación ha recordado que el acto se organizó teniendo en cuenta los protocolos sanitario por el Covid-19 y que fueron invitados todos los patronos de la Fundación Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo –entre ellos, varios ministros–, así como «los cuatro presidentes no en activo del Gobierno».
LEY CONTRA ETA, GRAPO Y GAL
«Con los políticos puedo confrontar», ha continuado, «yo tengo un pasado como vasco que vivió el terrorismo, como juez que estando en Madrid se fue a la Audiencia Nacional, alguien sobre todo para quien en un Estado de Derecho el principio de legalidad es en todo momento».
«Implica que con el Estado de Derecho se logró derrotar a ETA, al Grapo, al GAL, y también se está luchando con otras manifestaciones de terrorismo», ha añadido. En su discurso este jueves el presidente Pedro Sánchez reivindicó la memoria de las víctimas y también aludió a todas estas organizaciones terroristas, así como al terrorismo yihadista.
Grande-Marlaska ha concluido subrayando la necesidad de afrontar el terrorismo como una política de Estado. «Llevo tres años como ministro del Interior y creo que he sido muy educado, porque estoy convencido de que el terrorismo es política de Estado», ha sostenido antes de advertir que le «preocupa» que no se comparta esta visión.
CRÍTICAS DE SINDICATOS POLICIALES
El acto simbólico de destrucción de armas ha acarreado críticas de partidos de la oposición y asociaciones de víctimas porque creen que busca «blanquear» los pactos del Gobierno de Pedro Sánchez con EH Bildu, así como los acercamientos de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco y Navarra –los cinco últimos este viernes– aprobados por el Ejecutivo y que ya afectan a más de 150 terroristas. También hay malestar por el traspaso de prisiones al Gobierno vasco.
Este viernes se han sumado a las críticas por la organización del acto el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que consideran una «grave desconsideración» a las organizaciones representativas el hecho de que no fueran invitadas a la ceremonia.
La Guardia Civil ha difundido este viernes un vídeo en el que se ve el proceso final de eliminación de las armas que fueron aplastadas ayer por una apisonadora en sus dependencias de Valdemoro. El arsenal ha sido enviado a una fundición y, según ha añadido el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, con una parte de esas armas fundidas ahora se hará una escultura.