Marlaska, «dolido» por las críticas sobre presos de ETA y catalanes: «No hay ningún tipo de pacto ni de pago»
Dice que cuenta con el apoyo de las víctimas, que su posición coincide con la de Sánchez y rebate a Bildu sobre torturas generalizadas
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha mostrado este miércoles en el Congreso «dolido» por las críticas que ha recibido de algunos partidos políticos que han denunciado las «hipotecas de Moncloa» por la moción de censura o el «cambalache» con los presos de ETA y el traslado de los líderes independentistas catalanes. «No hay ningún tipo de pacto ni de pago», ha defendido.
El ministro ha señalado que, al igual que hizo como juez, ahora respetará la ley en todo lo referente a la política penitenciaria, subrayando que su posición es coincidente con la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Prometiendo transparencia y respeto a las víctimas -ha anunciado que incluirá a los hijos entre los beneficiarios de ayudas–, ha evitado polemizar con los partidos independentistas, por ejemplo, con el diputado de ERC Gabriel Rufián, quien ha hablado de «rehenes políticos» y ha dicho: «Nosotros no los queremos cerca, los queremos libres».
En su primera comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso, y ya en su turno de réplica, Grande-Marlaska ha hecho gala de sus orígenes vasco y ha recordado su pasado como juez instructor en investigaciones contra ETA. Además, se ha definido como «defensor a ultranza» de la Vía Nanclares y ha criticado que dicho mecanismo para que los presos de ETA se desvincularan de la banda fuera «boicoteado» desde 2012. «Lo digo como juez que llevaba los temas penitenciarios», ha enfatizado.
Visiblemente molesto con las intervenciones de Ciudadanos y el PP, Grande-Marlaska ha recordado que salió «dolido» tras su intervención el pasado miércoles en la sesión de control del Gobierno en el Congreso, aunque luego, ha dicho, «le reconfortaron las víctimas». «A mí las víctimas aún me creen», ha indicado tras recordar que fue con el Gobierno de José María Aznar cuando se procedió al mayor acercamiento de etarras y que su antecesor, Juan Ignacio Zoido, había pedido información sobre la situación de los presos de la banda.
«Los etarras, por la política de dispersión positiva, imprescindible en su momento, eran trasladados un mes antes del juicio porque tenían que estar en Madrid para que los abogados pudieran preparar el juicio, no venían el día anterior del juicio», ha recordado para salir al paso también sobre las dudas por el traslado de los líderes catalanes que, ha subrayado, se ha aprobado para que puedan preparar su juicio en el Supremo.
El ministro del Interior ha insistido en que la política de dispersión fue efectiva para la derrota de ETA y ha señalado que no hay ninguna lista con presos de ETA candidatos para ser acercados al País Vasco porque se tiene que elaborar a propuesta de las diferentes juntas de tratamiento. «No hay ninguna prioridad sobre presos etarras. ¿Dónde han visto la prioridad? ¿Han visto ustedes alguna prioridad en algún sitio?», se ha preguntado. Lo que habrá son «medidas individualizadas de tratamiento penitenciario», algo que ha diferenciado de los «beneficios» por progresión de grados.
RESPUESTA A BILDU
Grande-Marlaska se ha esforzado para rebatir a la diputada de Bildu Marian Beitialarrangoitia, que le acusó de acumular gran parte de las denuncias por habló de torturas, según ella, generalizadas. El ministro ha matizado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sancionó a España no por torturas sino por no investigar de forma «exhaustiva» estas denuncias, algo que, no obstante, también le preocupa.
Ha recordado que España es de los países con menos sanciones por parte del TEDH y que él mismo como juez dedujo testimonio de alguna denuncia de etarra, aunque también recordando que a la banda se le incautó documentación en la que se reflejaba que tenían que denunciar malos tratos policiales de forma generalizada.
«La Guardia Civil y la Policía Nacional han sido los elementos principales, con la sociedad, para terminar con ETA, y se ha hecho con la aplicación de la ley y el Estado de derecho. Eso es así, que no lo olvide nadie», ha defendido, aceptando que pudo haber algún exceso pero que siempre fue investigado y sancionado por el Estado de derecho. «Olvídense», ha concluido, «el Ministerio del Interior no es el Ministerio de la represión; es el que genera el espacio para garantizar las libertades».