Marlaska afea Kitchen y el barco Piolín del 1-O al PP, que censura su «miserable gestión pitada por la Guardia Civil»
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha tirado del caso Kitchen y el barco Piolín usado para alojar a los policías durante el referéndum del 1-O para contrarrestar las críticas lanzadas por el PP en el Senado a cuenta de su «miserable gestión». «A usted le pita hasta la Guardia Civil en cualquier acto y tiene que hacer actos en el interior», le ha dicho el senador Fernando Martínez-Maíllo.
Grande-Marlaska ha ironizado con su función de «psicólogo» frente a las «hiperventilaciones» de PP y Vox. El ministro ha reconocido a los populares que le «duele» que «sigan a Vox» al hablar de los abucheos del pasado fin de semana en los actos centrales de la Guardia Civil en Córdoba. «Se me puede abuchear y escrachear, solo faltaría; pero lo que hicieron fue destrozar un acto que es de la Guardia Civil», ha sostenido.
En un bronco debate durante una interpelación urgente en la Cámara Alta, el senador del PP ha relacionado la pitada en el acto de la Guardia Civil en Córdoba con las «purgas», citando el cese repleto de «mentiras» del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid cuando se estaba investigando la conexión –luego archivada– de la manifestación del 8M y el inicio de contagios de COVID.
MARLASKA, «UN ERROR EN POLÍTICA»
Martínez-Maíllo ha calificado a Grande-Marlaska de «error en política» por su «prepotencia y arrogancia». En este sentido, ha citado que «sacaron por primera vez en la historia» a la directora de la Guardia Civil para hacer campaña en los comicios madrileños, unas elecciones marcadas por las cartas con balas que «utilizaron políticamente» desde el Gobierno.
«Usted no da una, es un chollo como oposición, pero un desastre total como ministro. ¿No se cansa de hacer el trabajo sucio para Sánchez, de perder prestigio a borbotones?», le ha preguntado Martínez-Maíllo, augurando la «muerte civil» de Grande-Marlaska cuando salga del Ministerio del Interior dejando atrás una etapa en la que se ha dedicado a «generar odio».
Martínez-Maíllo ha repasado diferentes polémicas como el «apoyo» a la patada en la puerta de policías durante el confinamiento por la COVID –aunque matizando que les desea a los policías juzgados «el mejor de los éxitos»–, la falsa agresión homófoba de Malasaña o la entrada a España de Brahim Ghali, una cuestión sobre la que ha dicho que el titular del Interior «aparece en todos los papeles».
«USTEDES ME CONSOLIDAN COMO MINISTRO»
Grande-Marlaska ha reprochado al PP que justifique la pitada y abucheos en el acto institucional de la Guardia Civil por «seguir a Vox», restando importancia a las críticas de la oposición. «Ustedes me consolidan como ministro», ha apuntado.
También se ha referido a su etapa como juez tras acusarle Martínez-Maíllo de «predicar la fe del converso», recordando que fue elegido vocal del Consejo General del Poder Judicial. «Fui vocal a propuesta del PP, no escondo nada a diferencia de otros; yo en los únicos papeles que he salido son en los de ETA», ha argumentado antes de «exigir» a los populares que renueven el Poder Judicial, con una alusión final a su paso por este órgano ya que fue «quizás la primera y única vez que acertaron en esa materia».
Grande-Marlaska ha defendido su gestión en reposición de plazas policiales, la equiparación salarial, las inversiones en infraestructuras o en la gestión migratoria, así como los resultados del Gobierno para «reducir el número de denuncias por usurpación y ocupación de vivienda».
SU GRAN APOYO ES BILDU
Otro de los temas de confrontación ha sido la traición a las víctimas del terrorismo denunciada por Martínez-Maíllo. «Le apoya el presidente del Gobierno y Bildu; su gran apoyo se llama Bildu», le ha afeado, criticando la «concesión masiva de beneficios penitenciarios» a presos etarras que «no han pedido perdón ni esclarecido ninguno de los 379 asesinatos pendientes».
El ministro se ha defendido recordando los acuerdos con Bildu del portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, en su etapa como alcalde de Vitoria. Según Grande-Marlaska, la gestión del PP al frente del Ministerio del Interior se resume en el caso Kitchen que investiga la Audiencia Nacional por el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas. «Recortar y, aquello que no suprimían, utilizarlo para informes a medida, policías patrióticas y tapar la corrupción», ha dicho.
Martínez-Maíllo ha respondido desde la tribuna con los escándalos del GAL. «El único gobierno condenado por crear una estructura parapolicial con fines de terrorismo de Estado es el PSOE», ha dicho, aludiendo al uso indebido de fondos reservados y de la condena a prisión de ministros socialistas.
También le ha afeado la falta de contundencia para pedir a ERC –la última vez este mismo martes– que condene la violencia de grupos independentistas que protestan frente a la jefatura de Vía Laietana de Barcelona, un edificio que Grande-Marlaska ha dicho que se «resignifica» por la labor diaria de los policías nacionales, en contraste con el pasado como centro de tortura usado por el franquismo.