Malestar de hosteleros y comerciantes de Alfonso XII por las obras de saneamiento

SANTOÑA, 13

Los hosteleros y comerciantes de la calle Alfonso XII de Santoña han expresado su malestar con el equipo de Gobierno municipal en funciones (PSOE-PRC) por iniciar las obras de saneamiento en estas fechas y continuarlas durante el verano.

Según el portavoz del colectivo, Jorge González, las obras causarán «un perjuicio importante» en sus negocios, ya que en estos meses de verano y en septiembre, con las fiestas de la Virgen del Puerto, es cuando el municipio recibe más visitantes y hay «más ambiente y actividad» en Santoña.

Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y comprenden desde la Plaza de San Antonio hasta la iglesia de Santa María del Puerto.

Los hosteleros y comerciantes han matizado que no están en contra de la ejecución de este proyecto de saneamiento, ya que en su opinión es necesario, pero consideran que «no es el momento idóneo» para comenzar estos trabajos.

«Van a dejar un reguero de negocios en la más absoluta ruina y además provocará un impacto negativo en la imagen de la villa hacia los turistas que veranean, ya que no es agradable pasear por calles levantadas, valladas y con hedor insalubre», ha sostenidio González.

Los afectados por este proyecto han recordado que el alcalde en funciones, Sergio Abascal (PSOE), declaró su intención de iniciar estas obras después del periodo estival por tratarse de unos trabajos «complejos» en el centro de la villa y por la gran afluencia de turistas que acuden a Santoña, y han denunciado su incumplimiento.

Por ello, han pedido a los vecinos que firmen para que «se posponga esta obra de extrema necesidad para Santoña, pero que, con la voluntad del alcalde, se puede pausar y continuar una vez pasado el verano y así ganaríamos todos».

«Consideramos que el equipo de Gobierno municipal en funciones está un grave error que puede subsanar todavía», ha subrayado el portavoz.

Los afectados han esgrimido que el Ayuntamiento ya acometió obras de reforma en la Plaza de la Villa durante el verano dejando «a muchos negocios al borde de la ruina, familias en la calle e incluso llegando a cerrar sus puertas».