Malasia dice no poder acoger más refugiados rohingya debido a las consecuencias económicas de la pandemia
El primer ministro de Malasia, Muhyidin Yasin, ha asegurado este viernes que el país no puede acoger a más refugiados rohingya procedentes de Birmania debido a las consecuencias que ha tenido la pandemia de coronavirus sobre la economía del país.
Malasia, de mayoría musulmana, ha sido a menudo uno de los principales destinos de los rohingya que han decidido abandonar Birmania a raíz de la ola de violencia registrada en agosto de 2017 en el estado de Rajine.
Sin embargo, Kuala Lumpur, que no reconoce el estatus de refugiado, ha detenido a cientos de rohingya en el marco de la pandemia ante la posibilidad de que se produzcan casos importados en el país.
«No podemos acoger a más dado que nuestras capacidades y recursos se han visto mermados por la pandemia de coronavirus», ha aseverado Muhyidin durante una videoconferencia con los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático(ASEAN).
En este sentido, ha lamentado que, aún así, «se espere injustamente de Malasia que acoja a más refugiados». El tratamiento de los rohingya ha provocado divisiones en el seno de la ASEAN, donde sus miembros con mayoría musulmana –Malasia e Indonesia– han criticado la postura adoptada por Birmania y han expresado su creciente frustración al respecto.
Muhyidin ha pedido a la ONU que contribuya al reasentamiento de los refugiados en terceros países. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hay más de 100.000 refugiados rohingya en Malasia.
Además, ha instado a aumentar los esfuerzos para hacer frente al tráfico de personas, especialmente provenientes de Birmania, que se encuentran en peligro de ser víctimas de la explotación, la esclavitud y el reclutamiento por parte de milicianos.