Malí.- Muere un casco azul en un ataque contra una patrulla de la MINUSMA en el norte de Malí
Al menos un casco azul de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) ha muerto este viernes en un «ataque complejo» contra una patrulla en los alrededores de la ciudad de Ber (norte), según ha confirmado la propia misión.
Así, la misión ha señalado en un mensaje en su cuenta oficial en la red social Twitter que la patrulla ha sido objetivo de un ataque con artefacto explosivo de fabricación artesanal, tras lo que los atacantes han abierto fuego contra ella.
«La información preliminar es un casco azul muerto y cuatro heridos de gravedad», ha manifestado la MINUSMA, sin que por el momento haya reclamación de la autoría del ataque.
El jefe de la MINUSMA, El Ghassim Wane ha condenado «enérgicamente este acto cobarde» contra su patrulla. «Esta trágica pérdida es un duro recordatorio de los riesgos a los que se enfrentan nuestras fuerzas de mantenimiento de la paz mientras trabajan incansablemente para llevar la estabilidad y la paz al pueblo de Malí», ha añadido Wane, quien ha transmitido su «más sentido pésame al Gobierno, a los hermanos de armas y a la familia» del fallecido.
En un comunicado oficial, la MINUSMA ha reafirmado «su compromiso con el pueblo de Malí y su determinación de continuar su misión de apoyo a la paz y la estabilidad en el país» y ha asegurado que «no se escatimarán esfuerzos para mejorar su protección ante la evolución de los problemas de seguridad» en el país.
La MINUSMA tiene desplegados cascos azules en el país desde 2013, si bien las relaciones se han deteriorado a raíz de los golpes de Estado liderados por el líder de la junta militar, Assimi Goita, en agosto de 2020 y julio de 2021 y los aplazamientos por parte de la junta a la hora de fijar un calendario electoral para una transición democrática.
Malí y el resto de los países del Sahel han experimentado un recrudecimiento de la violencia, tanto yihadista de manos de grupos vinculados a Al Qaeda y a Estado Islámico, como de tipo intercomunitario, lo que ha llevado a Francia y a los países del G5 Sahel –Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger– a incrementar sus operaciones.