Malí.- La delegación de alto nivel de la CEDEAO no logra compromisos y convoca una cumbre extraordinaria el lunes
El organismo regional recalca que la dimisión de Keita es una línea roja
La delegación de alto nivel de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) integrada por cinco presidentes de la región ha saldado sin compromisos sus reuniones en Malí con Gobierno y oposición para intentar solucionar la crisis política, si bien ha convocado una cumbre extraordinaria el lunes para abordar la situación.
Los presidentes de Senegal, Macky Sall; Costa de Marfil, Alassane Ouattara; Níger, Mahamadou Issoufou; Nigeria, Muhammadu Buhari, y Ghana, Nana Akufo-Addo, llegaron el jueves a la capital, Bamako, para iniciar contactos, si bien los mismos han vuelto a ser infructuosos, especialmente debido a la exigencia opositora sobre la dimisión del mandatario, Ibrahim Boubacar Keita.
La delegación mantuvo sus primeros contactos con Keita antes de acudir a una reunión con el líder del Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), el destacado imam Mahmoud Dicko, quien afirmó tras el encuentro que no se habían acercado posturas.
«No nos han dicho nada que pudiera comprender. He dicho y repetido que somos un pueblo firme. No somos un pueblo sumiso o resignado. Les he dicho que prefiero morir como un mártir que morir como traidor», afirmó Dicko, según ha informado la emisora maliense Studio Tamani.
Así, resaltó que «los jóvenes que perdieron la vida no la perdieron para nada». «Verdaderamente, a raíz de lo que nos han dicho, la causa por la que nos hemos reunido, creo que no se ha logrado nada por el momento», agregó, en un varapalo a los esfuerzos de mediación por parte de la CEDEAO.
El principal punto de conflicto es la exigencia del M5-RFP sobre la dimisión de Keita, una petición que habían retirado pero que volvieron a poner sobre la mesa tras la muerte de más de una decena de personas durante la represión de unas protestas y disturbios el 10 de julio en la capital, incidentes durante los que fue asaltada y saqueada la Asamblea Nacional.
La oposición ha denunciado la incapacidad del Gobierno para hacer frente al incremento de la violencia yihadista a manos de las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico, la cual ha potenciado también una incipiente violencia de tipo comunitario que enfrenta esencialmente a peul, a los que se identifica con los terroristas, con otros grupos étnicos.
A esto se suma una grave situación económica, la percibida corrupción de la clase política y ahora también el impacto de la pandemia de coronavirus, así como el rechazo de la oposición a los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas a finales de marzo en el país africano.
LA DIMISIÓN DE KEITA ES UNA LÍNEA ROJA
Sin embargo, la delegación de la CEDEAO liderada la semana pasada por el expresidente nigeriano Goodluck Jonathan rechazó una posible dimisión de Keita y propuso un Gobierno de unidad. «Los líderes deben ser elegidos y abandonar el cargo en procesos constitucionales», dijo Jonathan, quien resaltó que «de lo contrario, habría repúblicas bananeras por todas partes».
En esta misma línea se ha expresado Issoufou, presidente de turno de la CEDEAO y líder de la delegación de alto nivel, quien ha destacado que la dimisión de Keita «es una línea roja » para el organismo regional, según ha informado el portal nigerino de noticias ActuNiger.
«El presidente Keita fue elegido democráticamente por el pueblo maliense», ha recordado, antes de recalcar que la delegación es «optimista» debido a que todas las partes «han reconocido la necesidad de encontrar una solución rápida y definitiva a la situación que prevalece en el país».
Por su parte, Sall ha manifestado «los jefes de Estado (que participan en la delegación) no están en Malí para negociar la dimisión del presidente». «No podemos negociar su dimisión», ha añadido, al tiempo que ha agregado que la misión «no está en Malí para imponer una ruta». «No somos dictadores», ha remachado.
La CEDEAO ya se implicó con éxito en 2012 en un esfuerzo de mediación de la grave crisis política desatada en el país africano a causa del golpe de Estado que puso fin al mandato de Amadou Toumani Touré, después de que las partes aceptaran su plan.