Madrid y Barcelona rozan el aprobado en movilidad urbana y se sitúan por encima de la media europea
Madrid y Barcelona están por encima de la media europea en movilidad urbana rozando el aprobado, según el Índice de Movilidad de Urbana de Arthur D.Little, que posiciona cien ciudades de todo el mundo en función de la madurez, innovación y rendimiento de sus sistemas de movilidad de las ciudades y que lideran Singapur en todo el mundo y Estocolmo, a nivel europeo.
Singapur se situó en primera posición (59,3 puntos sobre 100), por delante de Estocolmo (57,1), Amsterdam (56,7), Copenhague (54,6) y Hong Kong (54,2). Solo diez ciudades obtuvieron más de 50 puntos, de las cuales ocho son europeas y dos asiáticas.
La capital española rozó esos 50 puntos (49,0) y Barcelona obtuvo 48,0, ligeramente por encima de la media europea, en 47,9 puntos y que también superan Viena (54,0), Londres (53,9), Paris (53,7) Zurich (53,2), Helsinki (52,8), Berlin (49,9) y Munich (48,8), según el Índice de Movilidad Urbana, recogido en el Futuro de la Movilidad 3.0. , de Arthur D. Little.
Barcelona ha mejorado significativamente su división modal en los últimos tiempos años, según recoge el informe, toda vez que la participación del transporte público aumentó del 20 al 24% y el transporte no motorizado, del 45 al 52%. Mientras tanto, las emisiones de CO2 relacionadas con el transporte de la ciudad bajaron de 1.177 kilogramos per cápita a 700.
Por su parte, en Madrid la utilización del transporte público aumentó un punto porcentual, hasta el 39%; mientras que el rendimiento de compartir coche pasó de un valor de 27 puntos en el año 2013 puntos a 473 en 2017. Al contrario que en Barcelona, las emisiones de CO2 relacionadas con el transporte aumentaron de 1.270 kilogramos por persona a 1.722.
GRAN POTENCIAL
El Índice de Movilidad Urbana revela que la mayoría de las ciudades analizadas todavía tiene un gran potencial de mejora para hacer frente a los retos de movilidad que se presentan, con una puntuación media de 42,3 sobre los 100 posibles, pero también que los proveedores de soluciones de movilidad necesitan «reinventarse si quieren seguir siendo parte del futuro de la movilidad, dentro de un ecosistema de movilidad disruptivo».
Para el socio de Arthur D. Little y responsable del Future of Mobility Lab, François-Joseph Van Audenhove, la reforma de los sistemas de movilidad es, «más que nunca, uno de los retos clave a los que se enfrenta el mundo de hoy».
«Para seguir siendo competitivos a corto plazo y relevantes a largo plazo, los proveedores de soluciones de movilidad deben anticiparse a las nuevas tendencias, innovar en sus ofertas y diferenciarse. Para lograrlo, deben participar en amplios ecosistemas y emprender un viaje de transformación», ha defendido.
Con la colaboración de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP), Arthur D. Little ha establecido 12 requisitos estratégicos que los proveedores de soluciones de movilidad deben tener en cuenta al definir su visión y estrategia, si desean seguir siendo competitivos a corto plazo y relevantes a largo plazo dentro de los amplios ecosistemas de movilidad.
«Es el momento en el que el transporte público tiene nuevas oportunidades de crecimiento y expansión, y en el que también se enfrenta al reto de la aparición de nuevos actores y tecnologías gracias a la economía digital», ha señalado el secretario general de la UITP, Mohamed Mezghani.
REQUISITOS ESTRATÉGICOS
Entre esos requisitos estratégicos, Arthur D.Little recomienda definir un propósito para asegurar la diferenciación e involucrar a los grupos de interés externos e internos dentro de un marco claro; aplicar enfoques innovadores de segmentación basados en las necesidades y las actitudes para entender mejor los comportamientos de movilidad y la evolución de las necesidades de los clientes; o diseñar una experiencia del cliente y desarrollar una cultura de excelencia en el servicio.
De la misma forma, entre otras medidas se recomienda desarrollar ofertas comerciales centradas en el cliente para reforzar el atractivo; planificar las necesidades de inversión a largo plazo; diseñar y operar un plan de transporte y un plan de mantenimiento sostenibles; evaluar continuamente la importancia de la innovación y de las tecnologías digitales; alinearse con todas las partes interesadas en la movilidad con una visión a largo plazo; o definir una estrategia adecuada para fomentar el intercambio de datos y aumentar la colaboración entre las partes interesadas en la movilidad pública y privada.