Madres en duelo recorren el Camino de Santiago para dar visibilidad al cáncer infantil
Un grupo de madres ha iniciado este lunes uno de los recorridos más populares del Camino de Santiago, el camino francés, con el propósito de darle visibilidad al cáncer infantil.
Todas ellas tienen en común haber perdido a un hijo por este grupo de enfermedades, que cada año afecta a más de 1.000 niños y cobra la vida de, aproximadamente, 200 de ellos.
«Las cifras de cáncer infantil no son menores, pero es que a nosotras nos ha tocado el peor escenario posible para quien transita la enfermedad. Hemos perdido a nuestros niños porque no había un tratamiento efectivo para curar su patología o porque los que hay disponibles ahora son tan antiguos y agresivos que los han llevado a la muerte», ha comentado Paloma Bel Crespillo, miembro del grupo de madres que va a recorrer el Camino de Santiago.
La mayoría de las integrantes del movimiento es de distintas ciudades y tres de ellas son de Venezuela. Aunque en esta ocasión son 13 las que hacen el Camino de Santiago, en realidad integran un conjunto de casi 40 mujeres que se han unido de forma espontánea, inicialmente, como grupo de duelo.
«Hacemos el camino como parte de nuestra terapia de duelo pero queremos que se conozca esta realidad. El cáncer infantil aún es un tabú y eso hace que se conozca poco de estas enfermedades pero además, y lo peor, que se invierta muy poco en investigación para lograr una cura. Hoy día hay niños que reciben los mismos tratamientos que se daban hace 30 o 40 años con efectos secundarios demoledores», ha explicado Susana Márquez, integrante del grupo.
Su principal motor ha sido su experiencia con el cáncer infantil, que es la segunda causa de muerte de niños y adolescentes en España. Estas madres se encontraron con la realidad de que para sus hijos no había terapias efectivas o menos agresivas para curar la enfermedad.
Por esta razón, se han propuesto dar a conocer que no se trata de una enfermedad rara y que no son pocos los menores que fallecen a causa de la falta de investigación, que «permita contar con más y mejores alternativas de tratamiento».