Macron llega a Nueva Caledonia para abordar con las autoridades locales los disturbios de los últimos días
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha llegado este jueves a Nueva Caledonia para abordar la crisis desatada en el territorio a raíz de la propuesta de reforma constitucional que permitiría a los ciudadanos franceses votar en las elecciones locales, que se ha saldado con seis muertos, dos de ellos gendarmes, y 280 detenidos.
A su llegada, ha declarado que «su deseo» con los ministros y «todo el Gobierno» es estar «al lado de la población y para que haya lo antes posible un retorno a la paz, la calma y la seguridad». «Esta es la máxima prioridad», ha aseverado, antes de precisar que viene con «mucho respeto y humildad».
El mandatario francés, que ha guardado un minuto de silencio por los seis muertos, ha asegurado que no tiene «límites» de tiempo en el territorio y ha afirmado que «al final del día se tomarán decisiones y se harán anuncios». «Muchas personas sufren una situación de gran crisis (desde el inicio de los disturbios)», ha manifestado.
Posteriormente, ha indicado que los soldados desplegados como refuerzo permanecerán en las islas durante «el tiempo que sea necesario», incluso durante los Juegos Olímpicos, que tienen lugar en París del 26 de julio al 11 de agosto. Además, ha indicado que no quiere la renovación del estado de emergencia, pero ha pedido a las fuerzas políticas que pidan «con claridad» el levantamiento de los bloqueos, ha informado la cadena de televisión BFMTV.
El conflicto estalló el pasado 13 de mayo tras el debate en el Parlamento francés sobre una reforma electoral que concede el voto a los ciudadanos franceses. El texto, aprobado finalmente y que Macron quiere ratificar el mes que viene, propone el derecho a voto para ciudadanos franceses que lleven al menos diez años residiendo en el territorio.
Los canacos, y en especial la alianza independentista del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS), han denunciado la propuesta como un varapalo a sus aspiraciones en un momento especialmente crítico de las relaciones con Francia, después de que la alianza boicoteara el último referéndum de independencia de 2021, que se saldó con victoria de los unionistas.