Álvarez (UGT) y Cañete (Pimec) llaman a negociar las 37,5 horas, pero discrepan sobre el ámbito
Cañete insiste en «daños colaterales» para pymes y Álvarez argumenta que los convenios afectan a todas las empresas
BARCELONA, 5
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y el presidente de Pimec, Antoni Cañete, se han mostrado partidarios de negociar la reducción de jornada a las 37,5 horas, pero han mantenido el desacuerdo sobre en qué ámbito deben hacerlo.
Por un lado, Álvarez insiste en hacerlo a través del diálogo social, y que la medida entre en vigor por ley, mientras que Cañete lo ha enmarcado en la negociación colectiva, en un debate de Ser Catalunya de este miércoles recogido por Europa Press.
Cañete ha lamentado que el diálogo «no se haya podido llevar en el ámbito donde se tendría que haber negociado y pactado», y Álvarez ha achacado la responsabilidad a las patronales que, según ha dicho, no han querido.
«Queremos hablar. Nosotros no estamos cerrados a no hablar de ello, al contrario», ha asegurado Álvarez, quien se ha abierto a –textualmente– analizar cuáles son los problemas de la medida y hablar sobre en qué plazos debe aplicarse y con que medidas debe acompañarse.
En esta línea, Cañete ha criticado las decisiones unilaterales, y ha llamado «hacer un esfuerzo, porque realmente, esto, se puede y se debe llevar» en el marco de la negociación colectiva.
Ello ha abierto la discusión sobre la presencia de las pymes en el diálogo social: Cañete ha advertido que las pymes no tienen «voz propia», lo que –según ha dicho– implica que no pueden exponer sus retos, pero Álvarez ha asegurado que la pequeña empresa sí que está representada.
TAMAÑO DE LAS EMPRESAS
Cañete ha advertido de –textualmente– daños colaterales de la medida en pymes y autónomos: ha sostenido que, «en una gran empresa, la actividad empresarial y, sobre todo, de trabajo, permite una flexibilidad por su volumen» que no tiene el resto del tejido económico.
Por un lado, ha advertido que la medida hará «inviables» las empresas intensivas en fuerza laboral, como las del ámbito limpieza o seguridad, puesto que cree que verán incrementados sus costes salariales en un 6%, mientras que ha situado sus márgenes sobre el 4% y 5%.
Por otro lado, ha opinado que la reducción de jornada «repercutirá en las personas autónomas incrementando su jornada laboral» para asumir las horas que dejarán de realizar sus empleados, cuando ha cifrado en 55 las horas semanales que dedican a su actividad económica.
Álvarez ha rechazado la diferenciación entre empresas por su tamaño y ha señalado que los convenios colectivos, que rigen las relaciones laborales a día de hoy «afectan exactamente igual a una empresa de tres trabajadores o de dos trabajadores que a una de mil».
OBJETO DE DEBATE
Cañete ha sostenido que «el debate en la calle no está tanto en el tiempo de trabajo, sino en el salario», ante la tendencia al alza del coste de vida y las dificultades de acceso a la vivienda.
Álvarez ha señalado que la jornada laboral «solo está en las 40 horas semanales en aquellos sectores en los que hay dispersión y los sindicatos, desgraciadamente, no tienen fuerza».