Álvarez (UGT): «Es difícil hacer políticas cuando las competencias están tan repartidas»
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado este viernes, sobre la configuración del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, que es «difícil» hacer políticas cuando las competencias «están tan repartidas».
Álvarez, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, respondía así al ser preguntado por el hecho de que el Ministerio de Trabajo, que estará liderado por Yolanda Díaz, no tenga las competencias de Seguridad Social y éstas vayan a formar parte de un Ministerio existente o de uno propio.
El líder de UGT ha señalado al respecto que esta separación entre Trabajo y Seguridad Social requerirá que se coordinen las políticas de manera «muy estricta» y que éstas sean «coherentes». De lo contrario, «va a ser difícil la estructura del nuevo Gobierno».
En este sentido, Álvarez ha recordado que la Seguridad Social tiene una relación «muy directa» con la Inspección de Trabajo y con las condiciones laborales, sobre las que es competente el Ministerio de Trabajo. «Es difícil hacer políticas cuando las competencias están tan repartidas», ha añadido.
Preguntado por el peso de Nadia Calviño y María Jesús Montero en el área económica del futuro Gobierno y de si esto resta poder a Unidas Podemos, Álvarez ha señalado que «Calviño y Montero no piensan exactamente lo mismo» en relación a algunos temas económicos.
«A mi me parece que al final quien dirige la orquesta es el presidente del Gobierno. PSOE y Unidas Podemos tienen elementos de coordinación para discutir aquello en lo que no estén de acuerdo y no hay que llevar al tema a quién ocupa un Ministerio sino a las medidas que se hacen», ha añadido.
Álvarez cree que el Gobierno debería proceder, «sin dilación», a derogar la reforma de pensiones de 2013 y el artículo de la reforma laboral de 2012 que permite despedir a trabajadores por acumulación de bajas por enfermedas justificadas.
Sobre otras reformas, el líder de UGT sí es partidario de dar un tiempo a la negociación pero siempre que la CEOE «quiera negociar de verdad», sin recurrir a la estrategia de alargar las conversaciones «para que al final no se toque nada».