Lula sale de prisión después año y medio para esperar en libertad la resolución de sus procesos
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha salido este viernes de la prisión de Curitiba, donde desde hacía más de año y medio purgaba dos condenas por corrupción que suman más de 20 años de cárcel, conforme a un reciente fallo del Tribunal Supremo (STF) que le permite esperar en libertad una sentencia firme de ambos procesos.
Lula, encarcelado desde abril de 2018, ha salido de la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba poco después de que un juez federal ordenara su liberación inmediata, tal y como había solicitado la defensa en cumplimiento de dicho fallo.
El STF decidió el jueves, por seis votos a favor y cinco en contra, revocar la ley que establece que los convictos comienzan a cumplir sus sentencias después de perder su primera apelación y, en cambio, que se les permita agotar el largo proceso de apelaciones antes de entrar en prisión.
Su excarcelación no significa que haya sido exonerado, sino que esperará en libertad a agotar las vías de recurso en las dos condenas que ha recibido hasta la fecha y que podrían aumentar, ya que tiene ha sido imputado en otros cinco casos derivados de Lava Jato y tiene tres denuncias pendientes.
Lula fue condenado en julio de 2017 a nueve años y medio de cárcel por aceptar un tríplex de lujo como pago a los favores políticos que hizo a la constructora OAS. Posteriormente, la pena se cambio, primero a doce años y un mes y finalmente a ocho años y diez meses.
El pasado mes de febrero, el antiguo dirigente sindical recibió una segunda condena por corrupción. Esta vez, a doce años y once meses de cárcel por las reformas que las constructoras OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural atribuida a Lula en Atibaia, Sao Paulo, también como pago a sus favores políticos.
Lula ha combatido por todos los medios ambos fallos. En el caso del tríplex de lujo, lo ha elevado a la máxima instancia judicial de Brasil reclamando la nulidad de todo el proceso por la supuesta parcialidad del juez a cargo del mismo, el ahora ministro de Justicia, Sergio Moro. El otro caso está en segunda instancia.
Desde el pasado mes de septiembre está en régimen semiabierto porque ha cumplido ya una sexta parte de la primera condena, pero se ha negado a disfrutarlo por considerar que es tan solo una limosna frente a lo que reclama, su libertad.
El ex inquilino del Palacio de Planalto se ha convertido en el preso de mayor rango de la Operación Lava Jato , en la que se investiga el cobro de sobornos a cambio de beneficios políticos. El escándalo de corrupción ha salpicado a todos los partidos, así como a empresarios.