López-Izquierdo (Tragsa) destaca la aportación de la empresa al medio rural y la fijación de población
Con proyectos de I+D+i contra el mosquito tigre, aprovechar la biomasa forestal con fines energéticos y controlar la enfermedad de la seca
La directora de Coordinación y Acciones Institucionales del Grupo Tragsa, Paloma López-Izquierdo, ha puesto en valor este lunes los proyectos de I+D+i que la empresa pública desarrolla en el medio rural y el papel que juega a la hora de ayudar a fijar población en la denominada España vaciada , al tiempo que ha destacado la apuesta de Tragsa por llevar a cabo proyectos en colaboración con otras entidades.
López-Izquierdo ha hecho estas declaraciones durante su participación en la sesión de presentación de la Publicación Proyectos I+D+i destacados en el ámbito de la ingeniería , un encuentro que ha sido organizado por el comité de I+D+i del Instituto de la Ingeniería de España.
La publicación, que recoge 52 proyectos de I+D+i en los que han participado entidades y actores del ámbito científico y tecnológico, busca destacar los avances significativos y las contribuciones sobresalientes que se han logrado en áreas cruciales para el desarrollo y progreso de la sociedad gracias a la ingeniería.
Los proyectos se han agrupado en cuatro categorías principales: Seguridad y Digitalización, Transformación Tecnológica, Sostenibilidad y Protección Ambiental, y Transición Energética y Tragsa ha liderado tres de ellos.
Se trata de Bioforest , basado en el desarrollo de un modelo de aprovechamiento de biomasa forestal con fines energéticos; Resseca , centrado en controlar la enfermedad de la seca en la encina y el alcornoque en la Dehesa, y Tiemosquito , dedicado al desarrollo de equipamiento y tecnología para la lucha contra el mosquito tigre mediante la Técnica del Insecto Estéril (TEI).
«Me parecen tres proyectos, cada uno en su ámbito, que ofrecen resultados muy interesantes para mejorar la calidad de vida de las personas», ha considerado López-Izquierdo, quien ha explicado que Bioforest , desarrollado originalmente en Yunquera (Málaga), ha permitido que «el dinero público que antes dejaban las arcas municipales en combustible ahora mismo se destine a sueldos que permiten fijar población al territorio y que esa España vaciada lo sea menos», al tiempo que se evoluciona hacia una transición energética.
El proyecto para luchar contra la enfermedad de la seca de la encina y el alcornoque tiene mucha importancia en lugares como Extremadura, «debido al impacto en la actividad productiva asociada a las dehesas», ha explicado. Esta iniciativa permite seleccionar los rodales que han demostrado que son resistentes a la Phytophthora cinnamomi y posteriormente, sustituir los árboles afectados por los que resisten la enfermedad.
Por su parte, el proyecto Tiemosquito busca acabar con el mosquito tigre mediante técnicas de lucha biológica, ya que es «un problema» no solo desde el punto de vista sanitario y turístico, sino económico, ya que su distribución aumenta por todo el Levante, ha explicado López-Izquierdo. El proyecto se centra en esterilizar a mosquitos macho, de manera que tras el apareamiento con la hembra los huevos resulten vanos.
UNA VISIÓN COLABORATIVA
La innovación está «íntimamente relacionada» con el trabajo de Tragsa, ha asegurado López-Izquierdo, quien ha destacado que el valor añadido de la empresa pública es que es «el único medio propio de la administración general del estado, las comunidades autónomas y las diputaciones provinciales», instituciones que acuden a pedirles «socorro en temas que todavía no tienen soluciones en el mercado».
Según ha relatado, Tragsa está evolucionando desde un modelo en el que la compañía pública detectaba las necesidades de la sociedad e intentaba dar soluciones de carácter interno a una solución basada en la colaboración con otras entidades.
Sin embargo, «ahora cada vez la tendencia es a buscar alianzas, generar sinergias con empresas del sector, con centros de investigación, centros tecnológicos, universidades que estén liderando en esos ámbitos en los que estamos buscando soluciones. Estamos abriéndonos para no estar tan metidos en nosotros mismos y ser capaces de crear las sinergias necesarias, porque las soluciones ahora son muy diversas y hay muchísimo conocimiento, más aún con la constante evolución de las nuevas tecnologías», ha explicado la directora.
INGENIERÍA, SIN LÍMITES
Durante la mesa redonda también ha tomado la palabra la directora general de la Fundación Centro Tecnológico Soermar, Eva María Novoa, quien ha asegurado que «la I+D+i permite no poner límites a la ingeniería» y «fomentar las vocaciones y el talento».
Desde el sector naval, Novoa ha explicado que la mayoría de los proyectos en los que trabajan se centran en la «eliminación o sustitución de los combustibles», la llamada descarbonización del transporte marítimo. Otras innovadoras líneas de trabajo son la digitalización de los astilleros o la eólica marina.
FOMENTAR VOCACIONES
«Tenemos un problema serio. No tenemos ingenieros para que cubran las capacidades que las empresas a día de hoy requieren», ha advertido Novoa, quien ha remarcado su interés por la reparación de las maestrías y la formación profesional mediante la FP Dual.
«Ante este panorama, me parece que la I+D+i deberíamos de ser capaces de trasladarla para que fuera un incentivo más», ha sostenido Novoa, quien ha apostado por fomentar vocaciones.
A su juicio, en un país sin ingenieros «no va a haber I+D+i». «No somos únicos, pero si nosotros va a ser muy difícil que acometamos esos retos», ha considerado Novoa, que ha opinado que la Inteligencia Artificial (IA) no va a sustituir al ser humano, sino que es una «herramienta» que hay que usar para amplificar las capacidades del hombre.
TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS
Por su parte, el director técnico de Marsi Bionics, Iñaki Aguirre, ha asegurado que «el propósito y la visión es la piedra angular con la que funciona Marsi», que desarrolla dispositivos para «transformar y mejorar la vida de las personas, intentar construir y ayudar a construir una sociedad mejor».
Aguirre ha asegurado que el lado humano está muy presente en la compañía y ha destacado que al desarrollar productos sanitarios, Marsi trabaja en un ecosistema «muy complejo» al colaborar con fundaciones, clínicas o la sanidad pública.
Entre los retos de la innovación, también ha citado el entendimiento de la Inteligencia Artificial (IA), su legislación y cómo va a revolucionar la I+D+i y la industria.