Los Veintisiete continúan las negociaciones para el reparto de cuotas pesqueras de 2022
BRUSELAS, 13
Los ministros de Pesca de la Unión Europea siguen a esta hora las conversaciones para cerrar un acuerdo sobre las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2022, en una negociación en la que España pelea por mantener la cuota de capturas de la merluza en aguas ibéricas.
La negociación se prolongará la madrugada del martes y se prevé que la larga jornada de reuniones culmine con un consenso a Veintisiete, después de que el Consejo de Pesca arrancara ya el pasado domingo.
Sobre la mesa, la última propuesta de compromiso de la Presidencia del Consejo incluye recortar la pesca de la merluza sur, que se pesca en el mar Cantábrico y entre Finisterre y el golfo de Cádiz, un 12%, lo que mejora la perspectiva inicial de Bruselas, que en su documento base planteaba una reducción del 18,5%, aunque todavía está lejos del objetivo de España de mantener la cuota.
Otra de las especies de mayor interés para la flota española, como es el lenguado de caladero nacional sufriría también una disminución del 5%, pero supone una mejora con respecto al recorte inicial del 15% propuesto por Bruselas.
Las negociaciones ya avanzan con respecto a la cuota de jurel en el caladero nacional. En este caso se revierte el recorte del 16% y las capturas pasan a aumentar el 12% para 2022. Este paso satisface las expectativas españolas aunque fuentes ministeriales no dan por cerrado este asunto e insisten en que la negociación está abierta y se presenta compleja.
El otro gran foco de España en las negociaciones pesqueras es el Mediterráneo, donde el interés se centra en mantener el número de esfuerzos, frente a la propuesta comunitaria de reducir el 7,5% el número de días de trabajo para la flota de arrastre.
El Gobierno español lamenta que, de consumarse el recorte, la actividad pesquera en el mar Mediterráneo acumularía un recorte del 25% en los últimos tres años. Por eso defiende aplicar medidas adicionales como vedas más restrictivas y avanzar en estudios de selectividad, algo que considera la forma más adecuada para mejorar los stocks sin reducir los días de actividad.
En cuanto a especies, preocupa que se imponga una veda total a la captura de gamba roja, así como la eliminación de la pesca de anzuelo en el Mediterráneo. Revertir estos planteamientos será de la máxima prioridad para España, que lamenta que la propuesta asfixia a los pescadores de esta zona, ya sujetos a muchas limitaciones.