Los talibán aseguran haber tomado una ciudad al este de la capital de Afganistán
Los talibán han asegurado este lunes haberse hecho con el control de la ciudad de Charj, situado al este de la capital, Kabul, tras una serie de enfrentamientos con el Ejército desde última hora del domingo, en medio del aumento de la violencia en el país pese a las conversaciones de paz iniciadas en septiembre entre el Gobierno de Afganistán y los insurgentes.
«El enemigo marioneta ha huido y abandonado la sede del distrito de Charj, la sede de la Policía y todos los edificios adyacentes por temor a los ataques de los muyahidín», ha dicho el portavoz de los talibán, Zahibulá Muyahid, a través de su cuenta en la red social Twitter.
Así, ha resaltado que «el centro del distrito ha caído bajo control de los muyahidín» y ha denunciado que «el enemigo atacó con artillería el bazar de Sangak mientras huía, causando el martirio de dos civiles e hiriendo a otros seis».
Fuentes citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV han confirmado la toma de Charj por parte de los talibán, sin pronunciarse sobre víctimas. Asimismo, han apuntado a una «retirada táctica» por parte de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ha resaltado que las fuerzas de seguridad «controlan totalmente» la ciudad y que la oficina del gobernador ha sido trasladada «a otro lugar» tras «las peticiones de residentes» de la localidad, sin dar más detalles al respecto.
Por otra parte, el Ministerio ha anunciado a través de su cuenta en Twitter la muerte de más de 20 presuntos talibán, incluido un comandante del grupo insurgente, en operaciones llevadas a cabo durante la jornada del domingo en las provincias de Balj, Herat y Kandahar.
La toma de Charj ha tenido lugar apenas unos días después de que delegaciones del Ejecutivo y los talibán se reunieran en la capital de Rusia, Moscú, para abordar el proceso de paz, estancado desde septiembre. Está prevista otra cumbre similar en abril en Turquía.
Afganistán ha experimentado un repunte de la violencia durante los últimos meses a pesar del acuerdo entre los talibán y Estados Unidos en febrero de 2020 y de las conversaciones de paz entre el grupo y el Gobierno afgano, cuyas delegaciones pactaron en diciembre la hoja de ruta para el proceso.
