Los socios internacionales detectan problemas de paridad y organización en el proceso electoral en Somalia
Los socios internacionales de Somalia han constatado ciertos problemas en lo que se refiere a la organización electoral y papel de la mujer de los comicios al Senado del país aunque, en términos generales, han acogido con beneplácito la celebración de estos comicios legislativos, el primer paso hacia unas nuevas elecciones presidenciales que pondrán fin, esperan, a la crisis política en el país africano.
El domingo, el primer ministro del país, Mohamed Roble, y los líderes de los estados de Puntlandia, Galmudug, Hirshabelle, suroeste y Jubalandia, así como el gobernador de la región de Banadir, emitieron un nuevo y polémico marco en Mogadiscio sobre cómo elegir a los miembros de la cámara baja en las próximas elecciones.
La nueva normativa desató las críticas de los candidatos presidenciales de oposición, al entender que arrebataba derechos a las comunidades locales y se los entregaba a los presidentes de los estados federales, que podrían manipular el voto.
Hasta ahora, los estados han celebrado parcialmente elecciones al Senado, pero esos escaños para la cámara alta también han generado quejas mientras los líderes de los estados federales seleccionan a los candidatos para ser votados por las asambleas legislativas estatales locales.
«Tomamos nota de las preocupaciones que se han planteado con respecto al proceso de la Cámara Alta y pedimos al Consejo Consultivo Nacional que aborde estas cuestiones», han indicado los aliados somalíes — como la Unión Europea, Naciones Unidas, Estados Unidos, o la Unión Africana –, en un comunicado emitido este miércoles.
Por ejemplo, piden que «se redoblen los esfuerzos para lograr al menos el 30 por ciento de la cuota de escaños para mujeres en ambas Cámaras del Parlamento» tras recordar que «hasta ahora el 24% de los escaños de la Cámara Alta han sido ocupados por mujeres».
«Pedimos que se reanuden las reuniones para garantizar que existan disposiciones de seguridad en todos los lugares de votación antes de las elecciones a la Cámara Baja y que se tengan en cuenta las mujeres delegadas, candidatas y miembros del comité seguridad», añaden.
«Alentamos a la comisión a tomar las medidas necesarias para garantizar la finalización creíble, transparente y oportuna del proceso electoral y esperamos que continúe hacia la implementación transparente y oportuna del proceso electoral», concluyen.
Las elecciones parlamentarias debieron celebrarse en diciembre, con las presidenciales programadas para febrero, si bien fueron aplazadas a causa de una grave crisis política y ante las diferencias entre el Gobierno y la oposición sobre la aplicación del acuerdo para la organización del proceso.
El retraso de las legislativas detonó una de las mayores crisis políticas de los últimos años en el país, que se ha aliviado en las últimas semanas con la desaparición del presidente, Mohamed Abdullahi Farmajo , de la luz pública y con el primer ministro Roble, encabezando un proceso de diálogo para reactivar el proceso.
La crisis se ahondó cuando la Cámara Baja del Parlamento decidió prorrogar en abril el mandato del presidente, medida posteriormente revocada ante el aumento de las tensiones y el estallido de enfrentamientos en la capital, Mogadiscio, entre las fuerzas seguridad y milicianos aliados de algunos candidatos opositores.
De esta forma, Roble fue puesto al frente de las conversaciones y ha intentado sacar adelante un proceso electoral aceptado por todas las partes, si bien los candidatos opositores a la Presidencia han mostrado en varias ocasiones sus reticencias sobre las posibles maniobras del presidente entre bambalinas.