Los servicios digitales emergen como focos de tensión en el comercio mundial, según BCG
Los servicios digitales, tales como el almacenamiento en la nube, el software empresarial, los servicios financieros o la retransmisión de contenidos multimedia, se están convirtiendo en uno de los principales focos de las tensiones comerciales mundiales, según Services Are the New Fault Lines in Global Trade, informe elaborado por la consultora estratégica Boston Consulting Group (BCG).
A diferencia de los bienes físicos, cuya regulación se ha basado históricamente en aranceles, el comercio de servicios se enfrenta ahora a barreras menos visibles, pero más complejas.
El informe proyecta que el valor del comercio mundial de servicios crecerá un 5,6% anual hasta alcanzar los 11.700 millones de dólares en 2032 (casi 10.000 millones de euros), cifra que duplica la tasa de crecimiento prevista para los bienes físicos.
Sin embargo, destaca que a medida que crece la importancia económica de los servicios, especialmente en las economías avanzadas, se genera a su vez una mayor exposición a las perturbaciones provocadas por las políticas.
«Los servicios, y en particular los digitales, se han vuelto esenciales para la economía mundial, lo que anticipa una intensificación de la actividad geopolítica en torno a ellos», señala Aparna Bharadwaj, socio de BCG.
Actualmente los servicios representan entre el 40% y el 70% del PIB en la mayoría de los países y aproximadamente el 50% del empleo mundial.
En este contexto, Estados Unidos lidera el mercado mundial de servicios con cerca de 3.000 millones de dólares (2.500 millones de euros) en ventas anuales, mientras que el Reino Unido, la India e Irlanda se han consolidado como importantes proveedores de servicios.
COMPETENCIA GEOPOLÍTICA.
BCG subraya cómo los servicios digitales se han convertido en un elemento central de la competencia geopolítica. Los servicios están muy expuestos a medidas comerciales no arancelarias, ya que los gobiernos aplican normas de localización de datos, controles de exportación y prohibiciones específicas de plataformas.
Como resultado, el sector digital está fragmentado y las empresas deben mantener sistemas informáticos, protocolos de cumplimiento y modelos de negocio específicos para cada región.
«La nueva línea de frente del comercio mundial no se encuentra solo en los puertos o las rutas marítimas, sino en los flujos de datos, los sistemas en la nube y los algoritmos de inteligencia artificial», afirma Cristian Rodríguez-Chiffelle, socio de BCG y coautor del informe.
Ante este escenario, Boston Consulting Group recomienda que las empresas adopten una estrategia basada en tres pilares: anticiparse a los cambios normativos, amortiguar la exposición financiera mediante modelos flexibles y transformar sus operaciones globales para permitir una agilidad específica para cada mercado.



