Los Reyes visitan el viernes la Catedral y el Ayuntamiento de Pamplona por el 600 aniversario del Privilegio de la Unión
PAMPLONA, 4
Los Reyes de España viajarán este viernes a Pamplona para participar en la conmemoración del Privilegio de la Unión, que precisamente el 8 de septiembre celebra su 600 aniversario. La visita real tendrá lugar por la mañana, a partir de las 11.30 horas. Don Felipe y doña Letizia acudirán a los actos institucionales organizados en la Catedral de Santa María la Real y en el Ayuntamiento de Pamplona.
La visita a la capital navarra comenzará a las 11.30 horas en la catedral de Santa María la Real. Allí serán recibidos por la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, la presidenta de Navarra, María Chivite, la ministra en funciones de Política Territorial, Isabel Rodríguez, el presidente del Parlamento, Unai Hualde, el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, y el Cabildo Catedralicio. Una vez en el interior, visitarán el mausoleo de Carlos III y Leonor de Trastámara, colocarán una medalla o placa para la posteridad y firmarán en el Libro de Oro.
Asimismo, los Reyes visitarán el Ayuntamiento de Pamplona, donde tendrá lugar un acto institucional conmemorativo del Privilegio de la Unión en el Salón de Recepciones. Está previsto que la alcaldesa les haga entrega del sello conmemorativo del 600 aniversario del Privilegio de la Unión, regalo institucional con el que el Ayuntamiento quiere reconocer la efeméride que se celebra este año. Don Felipe y doña Letizia visitarán el Salón de Plenos y firmarán en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Pamplona.
El Privilegio de la Unión es el tratado por el que los tres burgos de la ciudad en la Edad Media, la Ciudad de la Navarerría, el Burgo de San Cernin y la Población de San Nicolás, se unieron en una sola entidad, tras haber mantenido fuertes disputas que incluyeron enfrentamientos armados. El rey Carlos III el Noble el 8 de septiembre de 1423 otorgó lo que sería la carta fundacional de la ciudad moderna, génesis de la Pamplona actual.
El Privilegio reguló, entre otras cosas, un nuevo sistema de gobierno de la ciudad, sus símbolos (bandera y armas) y determinó la ubicación de la Casa Consistorial en el barranco que separaba los tres burgos, como símbolo de unidad.