Los republicanos de Mississippi aprueban prohibir a las deportistas transgénero competir en categoría femenina
El gobernador republicano de Mississippi, Tate Reeves, ha firmado este jueves un proyecto de ley para prohibir que las deportistas transgénero compitan en equipos y competiciones en categoría femenina.
Mississippi es el primer estado en promulgar este año una medida de este tipo, a la espera de que en los próximos días también lo haga Dakota del Sur, cuya gobernadora, la también republicana Kristi Noem, avanzara que rubricaría con su firma el proyecto de ley aprobado por el Congreso estatal.
La norma, que comenzará a tener carácter de ley a partir del primero de julio, busca, en palabras del propio Reeves «proteger a las niñas de ser obligadas a competir con hombres biológicos». Una situación que considera una «locura», pero señala al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de haber «forzado el problema».
En las últimas semanas más de una veintena de estados controlados por los republicanos han presentado una serie de proposiciones para restringir el acceso a las deportistas transgénero a las competiciones en categoría femenina, respondiendo así a una de las ordenes ejecutivas firmadas por Biden al llegar a la Casa Blanca prohibiendo dicha discriminación.
«Es una locura que tengamos que abordar esto, pero la orden ejecutiva de Biden forzó el problema. ¿Adultos? Eso depende de ellos. Pero la empujón para que los niños adopten el transgénero es simplemente incorrecto», escribió hace unos días Reeves en su cuenta de Twitter.
La propuesta presentada por los republicanos, que en ningún momento del debate mostraron pruebas de que ninguna mujer transgénero estuviera compitiendo en categoría femenina, ha sido aprobada en ambas cámaras gracias a la mayoría de la que dispone el partido, aunque también es cierto que algunos miembros del Partido Demócrata se abstuvieron de emitir su voto.
Los colectivos y los grupos de los derechos civiles han criticado la ley y esperan que al igual que sucedió el años pasado en el estado de Idaho, sea paralizada, a la espera de que sea un tribunal federal quien decida finalmente si dicha legislación sale adelante.
