Los ópticos alertan del aumento de casos de la miopía en los jóvenes y la OMS ya la define como una pandemia

El Consejo General de Ópticos-Optometristas (CGCOO) ha alertado a los países desarrollados por el alto incremento de casos de miopía, especialmente en los jóvenes y niños, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha definido como una pandemia al considerarla como «uno de los grandes problemas de salud pública».

Con motivo del Día Mundial de la Visión (14 de octubre), el CGCOO pretende concienciar sobre la importancia de la detección precoz porque se estima que en los próximas años la mitad de la población estará afectada por esta condición.

La miopía, explica la organización, es un defecto visual del eje anteroposterior con un crecimiento del globo ocular, que suele aparecer en la edad escolar y se incrementa gradualmente a lo largo de la vida. Su principal problema es que afecta a la visión de lejos mientras que, por el contrario, los objetos cercanos se mantienen nítidos.

Los principales síntomas que causa la miopía son la visión borrosa de los objetos lejanos, fatiga visual, dolores de cabeza, necesidad de acercarse a los objetos y forzar los ojos para enfocar los objetos. El CGCOO añade que hay tres tipos de miopía: la simple o axial, que se mantiene por debajo de las seis dioptrías; la miopía congénita, que es hereditaria y aparece en el recién nacido a consecuencia de alteración de las estructuras del ojo; y por último, la miopía magna, que es la más severa y supera las seis dioptrías.

Además, apunta la organización, no solo tiene un importante componente genético la enfermedad sino que también guarda relación con la cantidad de tiempo que se pasa en espacios interiores con escasa iluminación y el incremento de actividades de «visión de cerca».

«El aumento de la miopía se relaciona con enfermedades oculares como el desprendimiento de retina o el glaucoma por lo que el control y la prevención de la miopía resulta fundamental», apuntan los expertos.

Para combatirla, el CGCOO señala que hay tratamientos basados en la evidencia científica como las lentes de contacto de ortoqueratología, las lentes de contacto blandas específicas o las gafas con lentes especiales.