Los presuntos autores del robo de vino en Atrio viajaron por varios países europeos hasta su detención
Se trata de una mujer de 29 años de nacionalidad mexicana y un hombre de 47 con doble nacionalidad rumana y neerlandesa
CÁCERES, 20
Los presuntos autores del robo de 45 botellas de vino de la bodega del restaurante Atrio en Cáceres fueron identificados por la Policía Nacional, principalmente por las imágenes de las cámaras de seguridad, a los tres meses de cometerse el delito, que se perpetró en octubre de 2021.
Desde entonces, le siguieron la pista durante unos seis meses por varios países europeos hasta su detención el pasado lunes en Croacia cuando entraban en un vehículo por la frontera con Montenegro.
Se trata de una pareja, una mujer de 29 años y nacionalidad mexicana, y un hombre de 47 años con doble nacionalidad rumana y neerlandesa, que son «especialistas» en este tipo de delitos, ya que él había sido detenido por casos similares de robos de botellas de vino o alcohol de alto valor en el mercado, y tenía causas pendientes de años anteriores en dos juzgados de Madrid, por haber robado un vino valorado en 39.000 euros de una bodega gourmet del barrio de Salamanca, entre otros. A la mujer no le constan antecedentes penales.
Desde que se cometió el robo en el restaurante cacereño, de donde sustrajeron botellas por valor de 1,6 millones de euros, entre ellas una valorada en 310.000 euros, han estado viajando por Europa, utilizando pasaportes falsos y siempre en coche para no dejar rastro en los aeropuertos.
A los pocos días de cometer el robo se marcharon de España para visitar Rumanía y luego volvieron a España. Desde entonces se han movido por otros países y han estado en Croacia en varias ocasiones a donde volvían, tras visitar Montenegro, cuando fueron detenidos en el puesto fronterizo de Karasovi Sutorina.
Desde entonces, se encuentran en este país a la espera de la emisión de una euroorden para su extradición a España, lo que podría ocurrir en unas dos semanas, y ponerlos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 4 de Cáceres, que es el que lleva el caso desde que fue denunciado por los dueños del afamado restaurante cacereño con dos estrellas Michelín.
Los detalles de esta «compleja» operación policial en la que han colaborado varias unidades de España y de diferentes países europeos, se han dado a conocer este miércoles en la Comisaría de Cáceres por parte de José Ángel González, jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Judicial; el jefe Superior de Extremadura, Alfredo Garrido, y la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García Seco.
Además, el jefe de la brigada de la Policía Judicial de Cáceres, Luis Carlos Caballero, que también ha participado en la rueda de prensa, ha explicado que la pareja residía en Madrid aunque no estaban mucho tiempo en el mismo sitio como medida de seguridad para no ser localizados. «La venta de este tipo de vinos produce muchos beneficios y han vivido de esto durante mucho tiempo», ha apuntado, por lo que se trata de personas «especializadas» en esta clase de robos.
LOCALIZACIÓN DE LAS BOTELLAS
La investigación de los hechos sigue abierta para dar con «el receptor último» de las botellas que fueron robadas y la policía no descarta que se pueda dar con el paradero de los vinos «porque nunca se cierra una investigación hasta esclarecer totalmente los hechos», ha indicado el jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Judicial, que no ha querido desvelar más datos de la investigación para no entorpecer el proceso por si hubiera más personas implicadas.
No obstante, a la pregunta de si los dueños de Atrio pueden albergar esperanzas de recuperar las botellas, ha respondido que sí puede ser posible localizarlas porque la investigación continúa abierta para esclarecer todas las circunstancia de este robo de guante blanco.
Cabe recordar que el hotel restaurante Atrio de Cáceres sufrió un robo en su bodega, en la madrugada del 26 al 27 de octubre del año pasado, de donde se llevaron 45 botellas de vino, 38 de Romanée Conti y 7 de Château d Yquem, una de ellas de 1806 comprada en Londres en el año 2000 y valorada en unos 310.000 euros.
Los hechos se produjeron en torno a la una y media de la madrugada cuando una mujer que se alojaba en el hotel junto a un hombre pidió algo de comer y la persona encargada de recepción, con el ánimo de atenderles, fue a la cocina por si podía proporcionarles algo rápido para picar, como una ensalada.
El objetivo de esta petición era apartar al recepcionista del visionado de las cámaras, momento que el hombre aprovechó para hacerse con una llave maestra y bajar a la bodega para perpetrar el robo. Con anterioridad a esta fecha, habían visitado el hotel ya en tres ocasiones anteriores para analizar el terreno.
El hombre introdujo las 45 botellas en tres grandes bolsas de viaje utilizando toallas del propio hotel para envolverlas y evitar que se rompieran. Hacia las cinco y media de la madrugada, abandonaron el hotel a pie y salieron del casco antiguo de Cáceres, que también está vigilado en varios accesos por cámaras de seguridad.
Los dueños de Atrio se dieron cuenta del robo en torno a la una del mediodía del 27 de octubre cuando el equipo del restaurante se disponía a preparar el servicio de comida y bajaron a la bodega, que cuenta en sus estanterías con 3.400 referencias en vinos de todo el mundo.
Tras la denuncia del robo, comenzó la investigación por parte de la Policía Nacional hasta dar con los presuntos autores en Croacia, donde han sido detenidos, logrando esclarecer uno de los robos más mediáticos de los últimos años.
La detención ha sido posible gracias a la participación de agentes de la Policía Nacional junto a la Oficina Sirene, Europol, Interpol, la Dirección General de Policía Criminal y Comisaría de Policía Fronteriza de Gruda (Croacia), además de las Agregadurías de Interior de España en Rumanía y Países Bajos.
Tanto la delegada del Gobierno como el jefe Superior de la Policía en Extremadura han felicitado a los agentes que han participado en esta investigación que ha sido «dificultosa», ya que los presuntos autores tenían «una gran profesionalidad, especialización y perfecta planificación del robo».