Los planes de empleo de España no apuestan por los activos alternativos, apenas llegan al 7% de las carteras
Mercer destaca la prima de iliquidez que ofrecen los activos no cotizados, que sí aprovechan los inversores extranjeros
La mayoría de los planes de pensiones de empleo de España no incluye activos alternativos y no cotizados en sus carteras de inversión, pese a la prima de iliquidez que atrae a los inversores institucionales del resto de países, según un análisis de Mercer.
En la actualidad, los activos no cotizados solo ocupan un 7% de las carteras de fondos de empleo en España. «Con el actual entorno de tipos de interés bajos, tiene poco sentido aplicar esta estrategia», señala el estudio.
En las carteras de España, la diversificación se busca con activos de renta fija defensiva (43%) combinada con activos de renta variable global (36%), mientras que los inversores extranjeros, en especial los anglosajones, encuentran esta diversificación a través de los activos no cotizados (25%) y los alternativos (20%).
Según la consultora, la inversión en mercados privados resulta muy adecuada para los fondos de pensiones, ya que ambos se caracterizan por su iliquidez y rentabilidad a largo plazo. Además, permiten invertir de forma responsable gracias a la capacidad de influencia de los comités de gestión.
El análisis destaca que el capital privado –acciones de una compañía que no cotiza– es el activo que mayor rentabilidad ofrece (13%), pero exige una mayor permanencia, de entre diez y doce años.
Le sigue la inversión en activos inmobiliarios, con una rentabilidad que oscila entre el 8% y el 11%, la inversión en infraestructuras (del 7% al 10%) y la deuda privada (entre el 6% y el 9%).
Entre otras ventajas, la deuda privada genera mayores flujos de capital y más recurrentes; los activos inmobiliarios permiten el acceso a tipos de activo más nicho o de mega tendencia, como son centros logísticos o residencias de ancianos respectivamente.
Por su parte la inversión en proyectos de infraestructuras genera flujos de capital más predecibles y la demanda no está tan ligada al ciclo económico.
En cualquier caso, la firma recuerda que para invertir en este tipo de activos es importante que el inversor analice el nivel de rentabilidad, así como el nivel de iliquidez que puede soportar.
Para ello, Mercer recomienda la implementación en base a un programa de inversión recurrente, que persiga una exposición a este tipo de activos estable y con un riesgo diversificado en distintas añadas.