Los partidos se juegan 81 procuradores, que mantienen la menor representación de todos los mandatos
VALLADOLID, 13
Los distintos partidos políticos que concurren a las elecciones autonómicas de este domingo 13 de febrero, se juegan el reparto de 81 procuradores ya que se mantiene la menor representación de todos los mandatos en Castilla y León, situación a la que se llegó en 2019 tras la pérdida entonces de tres representantes por las provincias de Salamanca, Segovia y León como consecuencia del efecto directo de la caída de población en estos territorios.
En concreto, las Cortes de la XI Legislatura se constituirán a las 12.00 horas del jueves 10 de marzo y estarán formadas de nuevo por ochenta y un procuradores con el mismo reparto por circunscripciones que hace dos años: quince por Valladolid, trece por León, once por Burgos, diez por Salamanca, siete por Ávila, Palencia y Zamora en cada caso, seis por Segovia y cinco por Soria.
De este modo, las Cortes de Castilla y León de la XI Legislatura mantienen la menor representación desde la constitución del primer parlamento regional de la etapa autonómica que estuvo conformado por un total de 84 procuradores –el número que se ha repetido más veces en el Parlamento regional–, cifra que se repitió en el segundo y tercer mandato para caer a 83 en la cuarta y quinta legislatura y a 82 en la sexta.
En las elecciones de mayo de 2007 el Parlamento de Castilla y León recuperó un escaño, hasta alcanzar los 83, y tanto en la octava como en la novena legislatura se volvió a esa cifra originaria de 84 procuradores que se perdió en la décima, con ese mínimo histórico de 81 que se mantendrá en la próxima para un mandato inicial de 2022-2026.
Los partidos políticos que concurren a estas autonómicas, las primeras adelantadas en la historia de Castilla y León y que, además, se celebrarán en solitario, se juegan el reparto de esos 81 procuradores con el «techo» de 53 escaños que consiguieron los populares en los comicios de 2011 y los 41 que representaron al PSOE en las primeras elecciones de 1983.
Por su parte, el «suelo» para el PP está en los 29 escaños de las últimas elecciones mientras que para el Partido Socialista está en los 25 de la novena legislatura.
Las primeras Cortes de Castilla y León estuvieron conformadas por tres grupos, Socialista, con 41 escaños, Alianza Popular, con 35 y Mixto, con 8, mientras que en el II mandato aparece ya el Grupo Popular, con 33, seguido de Grupo Socialista, con 31; Grupo de Centro Democrático y Social, con 18, y Grupo Mixto, con 2, composición que se repitió en la III Legislatura en la que PP y PSOE ganaron procuradores (de 33 a 45 y de 31 a 34, en cada caso), con descenso para CDS, que se quedó con 3, mientras que el Mixto se mantuvo con dos escaños.
La novedad de la IV legislatura, fue la desaparición del CDS y la entrada de Izquierda Unida-Izquierda de Castilla y León con cuatro escaños y grupo propio. El Grupo Popular subió a 49, el Socialista bajó a 27 y el Mixto llegó a 3.
En el caso del V mandato, el Parlamento vuelve a la composición inicial de tres grupos conformados en este caso por Popular (48), Socialista (30) y Mixto (5), dibujo que se mantuvo en las tres legislaturas siguientes aunque con modificaciones de escaños. Así, en la VI el PP mantuvo sus 48 representantes, los socialistas ganaron dos hasta 32 y el Mixto bajó a dos; en la VII, PP repitió esos 48 escaños, PSOE ganó uno hasta 33 y Mixto se mantuvo en dos, y en la VIII los populares escalaron hasta los 53, los socialistas cayeron a 29 y el Mixto siguió con dos.
En la IX, la última con Juan Vicente Herrera como presidente de la Junta, entraron los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, con 10 y cinco procuradores respectivamente, que se sumaron a los 42 del PP, que necesitó del apoyo de los naranjas para deshacer empates; a los 25 del Grupo Socialista y a dos del Grupo Mixto, formado por UPL e IU.
Y la X estuvo marcada por la victoria del PSOE, que subió a los 35 escaños, mientras que el PP cayó a 29 procuradores, aunque consiguió formar gobierno junto con Ciudadanos, que repuntó de cinco a doce escaños, aunque dos años después perdió uno tras la marcha de la procuradora salmantina María Montero tres días antes del debate de la también inédita moción de censura a Alfonso Fernández Mañueco, que no prosperó pero dejó al Gobierno de coalición sin mayoría absoluta.
En la legislatura interrumpida entraron por primera vez Por Ávila y VOX, con un escaño en cada caso, que formaron parte de un variopinto Grupo Mixto conformado también por Podemos-Equo, con dos, y por UPL, con uno.
Por otro lado y según establece el artículo 26 del capítulo II del Estatuto de Autonomía, al comienzo de cada legislatura las Cortes de Castilla y León procederán a la elección del presidente por mayoría absoluta en primera votación o por mayoría simple en la segunda.
Si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación de investidura ningún candidato hubiera obtenido la confianza de las Cortes de Castilla y León, éstas quedarán automáticamente disueltas y se procederá a la convocatoria de nuevas elecciones.