Los neumólogos advierten de un aumento de casos de tuberculosis y reclaman la financiación de nuevos fármacos
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierte de que se ha producido un aumento de casos de tuberculosis debido a su demora diagnóstica e infradiagnóstico durante la pandemia; de hecho, se esperan 500.000 muertes más por esta enfermedad en el mundo desde el 2020 hasta el 2024, por el efecto que aún tendrá la pandemia.
Muchos de estos nuevos casos corresponden a tuberculosis resistente al tratamiento convencional, sobre todo rifampicina, por lo que SEPAR reclama a las autoridades la financiación de bedaquilina, un nuevo antituberculoso con ventajas específicas respecto a los convencionales, para combatir dicho incremento de casos.
NUEVOS ANTITUBERCULOSOS SIN FINANCIACIÓN PÚBLICA
Respecto a los nuevos fármacos que mejoran el tratamiento de la tuberculosis resistente o multirresistente a la rifampicina, la doctora Sarai Quirós, neumóloga y coordinadora del Área de Infecciones Respiratorias y Tuberculosis de SEPAR, expone que «son fármacos muy eficaces, pero en España no hay acceso a ellos».
«La bedaquilina, que cambia el pronóstico de la tuberculosis, todavía no cuenta con la aprobación de su financiación pública y, por tanto, no se puede administrar», lamenta. Al respecto, la doctora Quirós añade que «la falta de financiación pública de la bedaquilina en el manejo de las tuberculosis multirresistentes y extremadamente resistentes tiene una gran importancia».
Así, explica que este fármaco ha supuesto «un cambio de paradigma» en el tratamiento de esta patología con los nuevos regímenes acortados orales, pasando a poder tratar los casos más graves en 6-12 meses en vez de 18-24 meses, «utilizando menos fármacos y todos orales, y con una reducción significativa de la mortalidad, mayores tasas de curación con menos efectos adversos y mejor adherencia a los tratamientos».
Ante estos datos, la Organización Mundial de la Salud ha tenido que reestructurar su clasificación de fármacos antituberculosos por orden de efectividad, situando a la bedaquilina en primer lugar en el grupo A, mientras que el actual fármaco financiado por el Sistema Nacional de Salud como alternativa, delamanid, se encuentra ubicado en el último grupo C, debido a la falta de evidencia actual publicada.
Al respecto, la doctora Quirós añade que el número de pacientes que pueden requerir la bedaquilina no es muy elevado, de entre 30-40 al año, teniendo en cuenta la tasa de incidencia nacional de casos de tuberculosis resistente y multirresistente; además de algunos casos de M. abscessus refractarios, que también está acumulando evidencia de beneficiarse del tratamiento con bedaquilina.
Por ello, insiste en que «no se puede justificar» que en España no haya acceso a los nuevos avances diagnósticos y terapéuticos frente a la tuberculosis. «Además, la diferencia económica de ambos tratamientos es solo de 3.000 euros en una pauta de 24 semanas, lo que es muy poco para un tratamiento efectivo y curativo de una enfermedad infecciosa comparado con otros tratamientos crónicos como fármacos biológicos o quimioterápicos», apunta la doctora Quirós. En concreto, el tratamiento con bedaqulina de 24 semanas cuesta 23.000 euros, mientras que el delamanid tiene un precio de 20.000.
Otra novedad farmacológica para tuberculosis es la rifapentina, de la familia de la rifampicina, que ha mostrado una gran actividad, asociada a la isoniacida como tratamiento preventivo, de un mes de duración, aunque aún no ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento.