Los médicos de Atención Primaria de Cantabria iniciarán huelga indefinida el 7 de noviembre
Los médicos de Atención Primaria de Cantabria iniciarán una huelga indefinida a partir del 7 de noviembre para reclamar soluciones a los «gravísimos» problemas a los que se enfrentan, entre los que citan las agresiones, la sobrecarga laboral, los «incumplimientos» de los acuerdos del 2019 y las nuevas plazas de continuidad.
Unos problemas que «han colmado el hartazgo» del colectivo, que decidió este miércoles, en una asamblea convocada por el Sindicato Médico, y celebrada en el Colegio de Médicos, ir a la huelga mientras no se dé solución a los mismos.
Asimismo, según ha informado este jueves el Sindicato en nota de prensa, en las próximas semanas se celebrarán asambleas en los hospitales con el mismo objetivo.
El Sindicato Médico recuerda que ya avisó este verano que si no se ponía solución a los «problemas estructurales» de la Atención Primaria de Cantabria, el colectivo iría a la huelga en otoño.
Añade que, a pesar de que se dio traslado al consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, de una serie de propuestas «de mínimos» para que la Atención Primaria «pudiera ir tirando, no solamente las ha desoído, sino que en los últimos días ha adoptado medidas que, lejos de mejorar, van a empeorar aún más la situación en los centros de salud».
Así, destaca que la situación de «inseguridad» en los centros de salud se ha vuelto «insostenible e inaceptable», y en el último trimestre los sanitarios han sufrido 44 agresiones, 24 de ellas a médicos, y siete han sido protagonizadas por reincidentes, algunos de ellos hasta en cuatro ocasiones, «sin que la Consejería de Sanidad haya tomado cartas en el asunto».
«La última decisión que han adoptado es que las ya famosas cámaras de seguridad (aún no instaladas) se pondrán únicamente en el exterior de los centros de salud para evitar los actos vandálicos sobre los edificios, en vez de en los pasillos y salas de espera para proteger a los profesionales», añade.
Desde el colectivo se ha exigido «de forma insistente» que se impongan las sanciones administrativas que recoge la LOSCAN (Ley de Ordenación Sanitaria de Cantabria) y que se ponga seguridad privada en aquellos centros con más movimiento de usuarios y/o más conflictivos como son los SUAPs urbanos.
A ello, según el Sindicato, se suma la «sobrecarga laboral evidente» y puesta de manifiesto en las valoraciones del servicio de prevención de riesgos laborales de la empresa, «sin que no sólo se haya adoptado medida alguna, sino que en los últimos días se ha enviado una propuesta de agenda sólo para médicos que, además de violar la pactada en el 2019 (y que nunca se ha respetado), es un brindis al sol al exigir que se atienda a todos los pacientes en el día cuando no hay recursos para ello».
«Se ha pedido de forma reiterada tantos programas de absorción de la demanda de tarde como sean necesarios para que no haya lista de espera y los pacientes puedan recibir una atención de calidad, pero se siguen denegando, a pesar de tener un coste insignificante dentro del presupuesto de la Consejería», explica.
Además, según el Sindicato, «se pretende instaurar una nueva categoría profesional, la de médico de continuidad, en número de 74, que no estará asignado a un centro de salud, si no a todos aquellos que se encuentren en un radio de 50 km y que de facto supone la muerte de la atención primaria y de la medicina y pediatría de familia pues los pacientes ya no tendrán un médico de referencia».
«Desde el Sindicato Médico se ha pedido en múltiples ocasiones que esas plazas se integraran en los centros de salud y SUAPs y se ha hecho todo lo contrario, amortizar plazas de los centros para convertirlas a esta nueva categoría», indica.
El colectivo asegura por último que «no va a tolerar por más tiempo que los políticos y gestores responsables del caos en el que nos encontramos intenten encima culpabilizar, de cara a la opinión pública, a los médicos que están haciendo un esfuerzo heroico para evitar que el sistema colapse por completo».
«Se está poniendo en riesgo de forma premeditada nuestra integridad física y mental creando unas expectativas en la ciudadanía que son completamente inalcanzables con los recursos humanos existentes, en vez de atajar de raíz los verdaderos problemas existentes, como las malas condiciones laborales o el exceso de burocracia», concluye.
Por todo ello, y tras lamentar las molestias que se van a ocasionar a la ciudadanía, señala que no les cabe «más opción» que ir a la huelga ante «la nula capacidad de gestión de la sanidad» por parte del Gobierno de Cantabria, que ha llevado a un «deterioro asistencial brutal» y que «se va a hacer más acusado en los próximos meses».