Los estudios Real World Evidence mejoran los resultados de efectividad de los fármacos y de salud de la población
Los estudios Real World Evidence mejoran los resultados de efectividad de los fármacos, tratamientos diagnósticos y de salud general de la población, según han puesto de manifiesto este lunes expertos de Sanofi España, compañía que en 2018 ha puesto en marcha 19 estudios en 10 áreas terapéuticas.
Estos trabajos se basan en el uso de datos obtenidos en la práctica clínica habitual y tienen como objetivo validar una hipótesis desde el punto de vista de la evidencia científica. «Los resultados complementan los datos disponibles de un fármaco, enriquecen la información sobre el uso de un tratamiento en la vida real ya que aportan datos de seguridad y efectividad a largo plazo», ha comentado el director médico de Sanofi, José Luis Guallar.
En concreto, los estudios Real World Evidence benefician a los pacientes, porque incrementan la posibilidad de obtener tratamientos más dirigidos y reduce el tiempo de acceso a nuevas terapias terapéuticas; a los profesionales sanitarios, porque aumentan el conocimiento del impacto de los tratamientos, la epidemiología y los factores que condicionan el uso de las terapias; a la Administración Pública porque facilitan el análisis de los costes de los tratamientos y de las enfermedades; y a la industria farmacéutica porque reduce el tiempo para el acceso de los pacientes a los medicamentos.
Asimismo, pueden ayudar a incrementar la rapidez en el desarrollo de los nuevos fármacos, aportan más datos sobre algunos tipos de enfermedades, refuerzan la seguridad de la monitorización y la vigilancia de los fármacos, sirven para realizar nuevas indicaciones de los medicamentos y para conocer características específicas de los pacientes.
«Los datos que se obtienen con estos estudios nos dicen también qué factores inciden sobre la salud de la población y no sólo sobre el fármaco», ha apostillado la directora de Acceso al Mercado de Sanofi, María Jesús Alsar. De hecho, ha informado de que la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ya están analizando estos trabajos e, incluso, en alguna ocasión ya los han solicitado.
Ahora bien, tanto Alsar como Guallar han subrayado los retos a los que se enfrentan estos estudios y que pasan por ver cómo se van a utilizar los datos que aporten y si van a influir en las decisiones de precio y financiación o en las regulatorias.
Además, prosiguen, es necesario mejorar la interoperabilidad de las bases de datos para analizar estos trabajos de una manera más eficiente. Y es que, se apoyan en las bases de datos disponibles en instituciones públicas, asociaciones o aseguradoras. «Todavía no nos hemos dado cuenta del potencial que tienen estos estudios, los cuales complementan a los ensayos clínicos», ha zanjado la directora de Acceso al Mercado de Sanofi, María Jesús Alsar.