Los enfermeros desempeñan una «pieza clave» en el seguimiento del lupus
La labor de los enfermeros en el seguimiento del lupus, una enfermedad que ocasiona inflamación y daño en diferentes sistemas del organismo, «es una pieza clave para entender el contexto del paciente», según ha asegurado la enfermera del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Patricia García, en el marco del encuentro Lupus: abordaje e intervención de la enfermera .
Durante la reunión, organizada por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería, en colaboración con GSK, la experta ha señalado que su labor reside en proporcionar al paciente «herramientas para que el lupus afecte lo menos posible en su día a día», ya que «va a tener que aprender a vivir con ella», debido a su cronicidad.
Debido a su presencia también en pacientes pediátricos, García ha defendido que su acompañamiento «va desde el inicio del diagnóstico hasta el final», para que sepan «manejar la medicación y adquieran la responsabilidad de vivir la enfermedad en primera persona».
En palabras de la enfermera del Servicio de Reumatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y coordinadora del Grupo de Trabajo de Enfermería de la Sociedad de Reumatología, Susana Fernández, «la evolución del lupus en cada paciente va a ser diferente y cuando reciben el diagnóstico tienen muchas dudas y miedos».
«Nuestro papel como enfermeras es clave para educarlos en hábitos saludables y conseguir una buena adherencia al tratamiento». «Nuestra intervención pasa además por el control posterior de los tratamientos, para comprobar que lo tolera bien», ha destacado.
Así, la directora de ISFOS, Pilar Fernández, ha demandado que «los expertos pongan encima de la mesa cuáles son las dificultades a las que se enfrentan los pacientes con lupus, y cuál es el papel de la enfermera en el abordaje y seguimiento de la enfermedad, porque es una patología muy compleja que requiere de un seguimiento individualizado».
«EL TRATAMIENTO DEBE SER INMEDIATO»
«Hoy en día es más fácil de diagnosticarlo porque contamos con una tecnología y unos análisis de asistencia más o menos rápidos en la atención a pacientes con sospecha de patología inflamatoria», ha detallado el jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Marina Baixa en Villajoyosa (Alicante), José Rosas.
«Aunque puede afectar a cualquier órgano, lo más frecuente es que empiece con dolor muscular o manifestaciones en la piel. Y una vez tienen el diagnóstico el tratamiento debe ser inmediato», ha añadido.
En este sentido, ha subrayado que «el enemigo del lupus no es el fármaco que debe tomar», sino la enfermedad, y que se debe hacer «lo que haga falta» para frenarla.
«La inflamación articular o de órganos internos y las manifestaciones cutáneas van a mejorar con el tratamiento, pero sobre todo lo más importante es intentar evitar que el lupus afecte a algún órgano», ha concluido Rosas.