Los emisores españoles, los que más incumplimientos presentaron de Europa en 2020, según Moody s
La agencia anticipa un máximo del 7% de defaults a nivel global y no se volverá a tasas previas a la pandemia este año
El número de incumplimientos de las obligaciones de los emisores españoles de bonos aumentó en 2020, cuando se produjeron un total de cinco defaults , siendo el país con la cifra más alta de Europa, según los datos de la agencia de calificación Moody s.
Así, los defaults de emisores nacionales, algunos provocados por reestructuraciones de su deuda, supusieron la octava parte de los 40 registrados en toda Europa en un año marcado por la pandemia del Covid-19. A esos cinco incumplimientos con los bonistas en el 2020 se suma el default protagonizado por OHL este pasado mes de enero.
«La evolución de los incumplimientos creció muy significativamente a nivel global, con unos 210 defaults en el último año, más del doble que en 2019, cuando hubo 100, y muy por encima de los 80 del 2018», ha explicado el senior credit officer de Moody s Investors Service, Jorge Rodríguez-Valez.
El nivel medio de incumplimiento se situó en el 6,5% global durante el 2020, muy por encima del 3% del cierre de 2019. Entre los sectores más afectados se situaron en primer lugar el de energía, impactado por el precio del petróleo y la transformación de la industria; seguido de restauración y grandes almacenes, transportes y aerolíneas.
El pronóstico de Moody s es que, en el escenario central, se alcance un máximo de un 7% de defaults entre el primer y el segundo trimestre de este año. A continuación de este pico máximo, sobre marzo o abril, Moody s prevé que se reduzca la tasa de incumplimientos en las emisiones al entorno del 4,5%, con lo que no volverá a niveles previos a la pandemia y se mantendrá por encima de la media histórica.
En un evento este jueves, el experto de Moody s ha reconocido que el número de incumplimientos «está cayendo» en los últimos meses, lo que se notará en el acumulado a mediados del año. Así, ha destacado la mejora en la tasa de defaults de compañías estadounidenses en la segunda parte del año 2020, que no fue tan pronunciada en el caso de Europa.
La agencia ha advertido del riesgo que supone que cerca de un 25% de las emisiones cuenten con calificación Caa , un máximo histórico, que implica la alta concentración de las inversiones en tramos donde las probabilidades de default son más elevadas.
Asimismo, el experto de Moody s ha incidido en que uno de cada cuatro emisores cuenta con perspectiva negativa en su calificación, al mismo nivel que en la crisis financiera de 2008. De haber un deterioro adicional, las perspectivas negativas se transformarían en rebajas y, eventualmente, en incumplimientos.
En cualquier caso, la agencia ha recalcado que la situación es más estable que en la anterior crisis financiera de 2009 y se han producido menos impagos gracias a que el mercado sigue abierto y con liquidez y a las políticas monetarias y fiscales de los gobiernos en respuesta al Covid-19.