El Colegio de Enfermería de Madrid hace un llamamiento para que no se politice la salud de los mayores
El Colegio de Enfermería de Madrid (CODEM) ha hecho un llamamiento para que no se politice la salud de los mayores y ha lamentado tener que asistir a «una guerra política sin cuartel que no respeta ya ni la vida de las personas» y que ha tachado de «inadmisible desde el punto de vista sanitario, humano y moral».
«Estamos presenciando un debate vergonzoso en lo referente a protocolos, borradores, correos, órdenes y contra órdenes que se pretende resolver con el y tú más , utilizando a los ancianos comomoneda de cambio. Y la cuestión no es esta ni mucho menos», ha constatado el CODEM.
En relación con la asistencia que deberían haber recibido las personas mayores que viven en residencias, el Colegio de Enfermería ha defendido que «es hora de asumir que estas personas no son solo residentes sino que son, en su mayoría, pacientes «.
«Por lo tanto, hay que enfrentar de una vez por todas que no podemos dar una atención sanitaria tal como estamos haciéndolo ahora: sin medios ni equipos de profesionales adecuadamente dimensionados», ha señalado.
Según el CODEM, «ha quedado demostrado que el aumento de carga de trabajo ha traspasado todas las barreras que cabía esperar, a nivel profesional, físico y anímico, entrando de lleno en los parámetros de la heroicidad».
Por otro lado, ha recordado que en España existe la especialidad de enfermera geriátrica, que no entiende cómo todavía no se ha implantado en su totalidad en los centros sanitarios y residencias –tanto públicas como privadas que corresponda– «cuando son precisamente estas enfermeras especialistas las que están capacitadas para enseñar, supervisar, investigar, gestionar y liderar los cuidados de los ancianos en situaciones complejas».
«Es evidente que es una cuestión de voluntad de las administraciones que son las responsables de destinar los recursos suficientes, tanto humanos como materiales», ha apuntado, para afirmar que «este es el debate importante, el de verdad, el de tomarse en serio las necesidades reales que existen en las residencias».
