Los dibujos de Silvia Bächli se convierten en el Centro Botín en sonidos que conforman una partitura
Combina obras antiguas con una nueva serie para mostrar la evolución de la artista e incluye la instalación que llevó a la 53 Bienal de Venecia
El Centro Botín abre al público este sábado 11 de mayo la exposición formada por dibujos de la artista suiza Silvia Bächli que representan sonidos, que a lo largo de las diferentes salas de la primera planta van sumando significado y conforman una partitura.
Partitura es precisamente el título de esta muestra, la primera de Bächli en España y creada ad hoc para el espacio expositivo. Así, incluye algunas piezas nuevas, nunca antes expuestas, y otras antiguas, colgadas a diferentes alturas e intervalos -algunas también en mesas- y que juntas forman una secuencia de grupos rítmicos.
«Yo soy la compositora y vosotros sois los intérpretes», ha trasladado la artista a los primeros asistentes a la exposición en la presentación que ha tenido lugar este viernes, en la que la artista ha explicado su creación junto a la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, y a la comisaria y directora de Exposiciones, Bárbara Rodríguez.
Bächli ha indicado que cada uno de sus dibujos es una nota, formando grupos y ritmos musicales que van llenando el espacio de «voces que se expanden en todas las salas. En la primera y la última se concentran los trabajos más nuevos, unos dibujos con líneas rojas y unas pequeñas esculturas.
Los materiales con los que trabaja son el papel blanco de diferentes tamaños y cualidades, sobre el que aplica tinta china, carboncillo, gouache o pastel.
La artista, nacida en Baden en 1956, se ha dedicado desde finales de la década 1970 al dibujo, entrelazándolo con su cuerpo y sus movimientos. Así, sus piezas pueden interpretarse como rastros de registros sensoriales, como los de un paseo por el campo, un cuerpo que siente dolor o un poema provocador; o también gestos corporales, como la extensión del brazo, la fuerza de la mano o el ritmo de la pincelada.
Su método de trabajo consiste en dibujar en hojas colocadas en una pila, una tras otra, e ir disponiéndolas en la pared y el suelo de su estudio para interrogarse y reorganizarlas hasta que encuentra una relación entre ellas.
Así lo ha explicado la comisaria de la exposición, que ha puesto de relieve la «atención y cuidado» que la autora le pone a cada pieza. Por ello, Rodríguez ha destacado lo «maravilloso» que ha sido dar forma a esta «partitura» de la mano de Bächli, quien visitó por primera vez Santander en septiembre de 2022 para empezar a desarrollar esta propuesta.
Gracias a que combina obras antiguas y nuevas, refleja tanto la continuidad como los cambios que ha experimentado su trabajo. Y es que muestra desde sus fragmentos de cuerpos nerviosos en blanco y negro y sus figuras femeninas hasta sus interpretaciones en naranja quemado de la estructura reticular o sus recientes superficies en color.
La muestra incluye la obras das , la instalación de Bächli en el Pabellón Suizo de la 53ª Bienal de Venecia (2009), además de una instalación mural en colaboración con Eric Hattan.
RECORRIDO DE LA MUESTRA
Al entrar en la exposición hay un marco de puerta coronado por campos de color en composiciones horizontales y verticales, seguidos de una selección de figuras nerviosas y fragmentos de principios de los 80 combinados con obras recientes. A continuación, los visitantes pasan por Tische (Mesas, 1983-2017), una disposición de dibujos figurativos y abstractos en mesas planas.
A diferencia de los murales con estructuras rítmicas que recuerdan a partituras, aquí se ofrecen colecciones técnicas, formales o temáticas de manera no lineal.
El recorrido sigue con una sala dedicada a las cuadrículas con la serie de dibujos Rotes Zimmer , realizados en acrílico y gouache. Estos están colocados unos encima de otros para crear estructuras irregulares que parecen extenderse fuera de la hoja.
Seguidamente se encuentra das (que significa «eso» o «esto» en alemán), inspirada por la poeta Inger Christensen; y Farbfeld (Campo de color, 2022-2024), un nuevo conjunto de obras en papel con superficies coloreadas que van de lo traslúcido a lo opaco.
También se puede ver To have a shelf life (2017-actualidad), la instalación creada junto a Eric Hattan en la que se utilizan estanterías recuperadas con una línea negra horizontal, dispuestas como un rompecabezas. La visita finaliza con Lange rote Linien (2022), una composición de dibujos con líneas de cuatro metros de longitud que ilustran la velocidad del movimiento y la dirección de la mirada de la artista, presentadas junto a una serie de esculturas de yeso coloreado que parecen cabezas de figuras.
La exposición va acompañada de una nueva publicación de la artista diseñada y coeditada por Manuel Raeder, y que incluye textos escritos para la ocasión por el poéta y crítico Quinn Latimes y el escritor Cris Fite-Wassilak.
También cuenta con una conversación entre la artista y la comisaria de la exposición, de quienes la directora ejecutiva del Centro Botín ha destacado la «complicidad» que han tenido para crear esta propuesta, que han sabido trasladar a «todo el equipo».
Además, ha ensalzado que la muestra sirve para ahondar en el compromiso de difusión del dibujo que tiene la Fundación Botín. Precisamente han estado en la presentación de la muestra los integrantes de la Comisión de Arte de la Fundación, entre ellos Paloma Botín.