Los comunes, como partido propio, sigue implicado con Sumar y apunta que el arraigo territorial fue decisivo en Galicia
La dirigente de En Comú Podem, Aina Vidal, ha remarcado que las elecciones gallegas y el mal resultado de Sumar evidencian la importancia de la «implantación territorial», para remarca que los comunes son un «partido propio» referente en Cataluña que mantiene su confianza en el proyecto liderado por Yolanda Díaz: «Tiene largo recorrido y futuro».
En rueda de prensa en la Cámara Baja, ha reconocido el varapalo electoral de Sumar, pero ha alegado que está en plena fase de construcción, que la apuesta de concurrir era «arriesgada» y que la lección del 18F es entender la importancia del «arraigo territorial».
«Han hecho lo que han podido y simplemente no ha sido suficiente», ha ahondado para agradecer el compromiso de la candidata de Sumar en Galicia, Marta Lois, la «mejor cabeza de lista posible» y un ejemplo de liderazgos «honestos y humildes». Y que lo importante es no cómo repercute los comicios en el proyecto de Díaz sino que al final el PP sigue gobernando en esta comunidad.
Sobre si Sumar debería o no implantarse en Cataluña, la diputada ha desgranado que Cataluña son «un partido propio», con «capacidad de decisión» y que trabajará para que Sumar «tenga los mejores resultados», pues están «absolutamente implicadas» en el frente amplio impulsado por Díaz.
«Nosotros sí queremos transformar España y creemos que la herramienta es Sumar, pero nosotras tenemos un partido que se llama Cataluña en Comú y va a seguir siendo así», ha apostillado.
Vidal ha desgranado que el PP fue «hábil» en adelantar las elecciones, dado que les dejó «sin capacidad prácticamente de organizarse» no solo a Sumar, sino también al PSOE.
«Eso ha imposibilitado poder hacer un proyecto rápido, que es lo que nos habría requerido en este caso el tiempo», ha ahondado para, después, denunciar que «la red clientelar» desplegada por el PP durante años en Galicia ha «funcionado».
Y en tercer lugar ha insistido en que es «obvio» que la implantación territorial de las que disponen PP y BNG ha sido clave en sus resultados.