Los casos de cáncer de mama han superado el 30% de aumento desde 2012

En 2018 se diagnosticaron 32.825 nuevos casos de cáncer de mama, según datos de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer (AECC), lo que supone un 30 por ciento de aumento desde 2012 (25.215 nuevos casos diagnosticados).

Cada 15 segundos en algún lugar del mundo, una mujer es diagnosticada de un cáncer de mama. Según los últimos datos disponibles de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2017 fallecieron 6.573 mujeres a causa del cáncer de mama. Según los datos de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer (AECC), en 2018 se diagnosticaron 32.825 nuevos casos de cáncer de mama.

Los costes del tratamiento de cáncer de mama en España difieren según su estadio clínico. Siguiendo un estudio realizado en 2010 en el Sistema Vasco de Salud (Osakidetxa), el coste inicial fue de 9.838 € en el estadío 0, de 17.273 € en el I, de 22.145 € en el II y de 28.776 € en el III.

En cuanto al coste de seguimiento anual fue de 172 € en el estadío 0, de 908 € en el I, de 994 € en el II y de 1.166 € en el III. El coste anual del estadío IV fue de 17.879 €, siendo el componente de mayor coste la quimioterapia. Los dos determinantes principales del coste total del cáncer de mama son el tratamiento inicial de los estadíos I a III y el coste del estadío IV alcanzando este último los 50.061 € por paciente.

Para prevenirlo se puede realizar una mastectomía subcutánea. La mastectomía subcutánea de prevención es una técnica quirúrgica no mutilante, que consiste en la extirpación de entre el 90 por ciento y el 80 por ciento del tejido mamario, con el que se previene la aparición del cáncer mama en un 90 por ciento de los casos. Esta cirugía supondría un coste mucho menor que cualquier otro tratamiento.

En principio, los casos más claros para someterse a esta cirugía serían los que han dado positivo en los genes BRCA1 y BRCA2, que tienen un 80 por ciento de posibilidades de desarrollar la enfermedad. En el resto de casos, la indicación está en discusión.

«Valorar en cada caso la mastectomía subcutánea no solo es una oportunidad para la supervivencia de un número de mujeres, si no casi una obligación desde el punto de vista de la eficiencia en la gestión de los recursos destinados a Sanidad», ha subrayado el cirujano plástico Javier Mato Ansorena.

Para Mato Ansorena, hay otros factores de riesgo como la ausencia de lactancia (mujeres noníparas), la menarquía precoz y menopausia precoz, los tratamientos hormonales sustitutivos, el sometimiento a radiación o ciertas enfermedades benignas de la mama, que son detonantes conocidos de este tipo de cáncer. Es decir, aplicar una mastectomía subcutánea debe valorarse cada caso y no es feudo exclusivo de las portadoras de genes peligrosos. «Lo que debe prevalecer, ante todo, es el deseo de la paciente», ha indicado.

Otro factor de confusión en la aplicación de esta técnica se debe a ignorar qué es y qué supone. En el caso de la subcutánea de prevención solo se realiza un vaciado del tejido mamario potencialmente peligroso y se sustituye por una prótesis. La única señal visible de la operación es una cicatriz de unos cinco centímetros.

Si además la intervención la realiza un cirujano plástico, indica el doctor, el pecho queda «embellecido y perfecto» porque durante la cirugía se puede aumentar su volumen o corregir asimetrías y forma. «Mi intención con esta técnica quirúgica es prevenir el cáncer, pero procurando que cada mujer sienta que su feminidad está intacta», ha asegurado el Mato Ansorena.

UN TRATAMIENTO DE LUJO

En cualquier caso, el tratamiento no está al alcance de cualquiera en España, puesto que la sanidad pública los aplica de forma muy restrictiva. Según los datos de la AECC, el acceso es aún más complicado para aquellas mujeres con pocos recursos. La AECC estima que un 16 por ciento de las mujeres que fueron diagnosticadas de cáncer de mama en España durante 2017 tenía situación de riesgo socioeconómico en el momento del diagnóstico.

Esto significa que, para unas 4.223 mujeres en edad laboral, el cáncr supone un serio agravante a su situación socioeconómica previa. Ya sea por estar sin empleo (2.030 mujeres), ser autónoma (1.252 ) o disponer de bajos ingresos (941 trabajadoras por cuenta ajena con rentas inferiores al SMI ).

A esta situación se suma que, además de contar con bajos ingresos, las mujeres afectadas también tienen que asumir unos 150 euros al mes de gastos derviados de la enfermedad. Para evitarlo, la Asociación de Prevención Quirúrgica del Cáncer de Mama fundada por el doctor Mato Ansorena pretende ayudar a las mujeres sin recursos económicos suficientes, pero con claras intenciones de padecer cáncer de pecho, a operarse asumiendo solo el coste de quirófano.

«La cirugía plástica es una herramienta para mejorar la vida de las personas; su democratización es absolutamente necesaria para construir una sociedad, no sólo más sana, sino también más feliz», ha finalizado Mato Ansorena.

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